LOS CRÍMENES DE MITFORD II: Un cadáver con clase

Publicado el 30 septiembre 2019 por Ana Granger @AnaGranger21
"Sobre la tierra húmeda al pie del campanario, con un brazo surcándole el cuello y las piernas retorcidas, la boca abierta y unos que ojos que miraban sin ver, yacía el maltrecho cadáver [...]. De pie a su lado, [...] se alzaba la triste figura de Dulcie Long."

Hace un año quedé prendada por el mundo entretejido por laescritora Jessica Fellowes en Los crímenes de Mitford (reseña), inicio de una saga detectivesta donde nuestra autora mezcla personajes reales y ficticios teniendo siempre en el epicentro de sus tramas a las escandalosas hermanas Mitford. Sin embargo, estás no son más que un mero reclamo, puesto que su obra está resultando mucho más ambiciosa y profunda, ahondando en temas como la diferencia de clases y destacando el papel de mujeres reales digas de ser recordadas.

En Un cadáver con clase nos reencontramos de nuevo con Louisa Cannon como protagonista. Louisa, niñera de Pamela Mitford, debe cuidar de ella durante la fulgurante fiesta celebrada con motivo de su decimoctavo cumpleaños. En medio de un inocente juego de la búsqueda del tesoro, uno de los invitados aparece asesinado y todas las pruebas señalan como autora del crimen a Dulcie, doncella personal de la hermana del fallecido. Louisa cree en la inocencia de Dulcie, por lo que emprenderá su propia investigación y pedirá su colaboración en el caso al sargento de policía Guy Sullivan (al quien también conocimos en el primer libro). Sin embargo, Guy estará inmerso en su propia investigación, ya que la policía va tras la pista de la Alice Diamond y su banda Las Cuarenta Ladronas.

La novela avanza sin prisas pero sin pausas, por lo que nuestro interés no decae en ningún momento. Ambas tramas expuestas antes, se entrecruzan a lo largo de una narración brillante. Nuestra autora despliega todo su potencial narrativo regalándonos una fascinante novela de intriga con una ambientación magnífica, que traspasa sus páginas y que nos envuelve por completo. Sin despeinarse, la autora nos zambulle de lleno en el glamour de las fiestas de alta sociedad de los años viente y, a su vez, en los más oscuros y siniestros callejones londinenses, donde el esplendor y el la flor y nata son sustituidos por la miseria más absoluta.

Fellowes no sólo crea a unos personajes fantásticos y elabora una trama inteligente y adictiva, sino que además nos desvela la vida de personas de carne y hueso totalmente desconocidas para el gran público. Tal es el caso de Alice Diamond y su banda, las cuales fueron completamente reales, y se convirtieron en un verdadero dolor de muelas para la policía. Es admirable el modo en que se reivindica la figura una de las primeras mujeres policías de Inglaterra, como fue Mary Moon.


Un cadáver con clase de Jessica Fellowes es una novela policíaca e histórica, de prosa exquisita y elegante, que nos trasporta a otro tiempo a otra realidad y logra convertirse en una lectura sumamente adictiva. Recordaros que Fellowes fue también la escritora oficial de las novelas de Downton Abbey y sobrina del creador de tan magnífica serie (cuya película se estrenó este mes y que estoy deseando poder ver). Una lectura altamente recomenable. ¡Mil gracias a Roca Editorial por el ejemplar!

Traducción por: Rosa Sanz


Argumento: Seis hermanas. Toda una vida de misterio. Una familia incomparable. Segunda entrega de Los crímenes de Mitford, la serie con la que su autora Jessica Fellowes, la creadora de Downton Abbey, ha conquistado a prensa y lectores del mundo entero.

Mientras el glamur de la Gente Joven Brillante colisiona con el mundo de las hermanas Mitford, su doncella, Lousia Cannon se encontrará con la escena de un misterioso y atroz asesinato.

Te presentamos a la Gente Joven Brillante, un grupo de agitadores hedonistas de los años 1920s cuyas búsquedas de tesoros fueron la obsesión de los periódicos de aquella época. Uno de sus grandes juegos tiene lugar durante la fiesta del décimo octavo aniversario de Pemala Mitford, fiesta que acabará siendo tan trágica como cruel y en la que el carismático Adrian Curtis es asesinado a las puertas de una iglesia cercana a la casa de la familia Mitford.

La policía rápidamente señala a Dulcie, una de las criadas como la asesina. Pero Louisa Cannon, doncella de las hermanas Mitford y ex criminal, está convencida de que Dulcie es inocente y hará todo lo necesario para limpiar su nombre, todo eso mientras el verdadero asesino se encuentra a unos cuantos pasos.