“Los crímenes más famosos de la Historia”, de Francisco Pérez Abellán

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

Un libro fascinante sobre los crímenes más famosos de la historia contemporánea

Experto criminólogo y autor de varios libros dedicados al crimen –sean asesinatos concretos, como la investigación del magnicidio de Prim o el de las niñas de Alcácer, o tendencias criminales como la violencia de género- Francisco Pérez Abellán aborda aquí una recopilación de algunos de los crímenes más famosos de la historia, basada en sus propias investigaciones.

Cubierta de: Los crímenes más famosos de la Historia

El crimen es una cara de la humanidad que no por oscura y rechazable es menos representativa. Hasta el punto de que, como sostiene el autor al comienzo del libro, la historia de la humanidad es la historia de sus crímenes. Estos nos fascinan porque nos permiten asomarnos a las partes oscuras del alma; y también porque necesitamos comprenderlos. De esa parte oscura del alma, y de la necesidad de comprenderla, trata este libro que, además del siglo XX y lo que va del XXI, viaja al siglo XIX, y que, además de España, se ocupa de algunos casos especialmente horribles ocurridos en Estados Unidos. Lo fascinante es que, en ese recorrido histórico, puede verse la evolución de nuestro país, el cambio de una sociedad atrasada y atávica a otra en la que se impone el dinero y el ansia de poder. Y es que los crímenes son un espejo (oscuro) de la sociedad.
El libro se divide en cuatro apartados: los crímenes que fascinaron a grandes plumas, los cometidos por mujeres, los cometidos por adictos o asesinos en serie, y los inclasificables. En esta ocasión solo escribiré sobre Crímenes y grandes escritores, pues los otros crímenes, a los que amamos la literatura nos interesan menos.

Crímenes y grandes escritores.
De Galdós a Umbral y Gironella, pasando por García Lorca, no son pocos los grandes escritores que se sintieron atraídos o conmocionados por asesinatos ocurridos en su tiempo y sintieron la necesidad de escribir sobre ellos. Algunos cometieron errores, y no pequeños, a la hora de comentarlos. La mayoría escribieron una crónica periodística. El gran García Lorca hizo una obra maestra, Bodas de sangre, a partir de una historia de celos y enfrentamientos familiares en una España atrasada.
El primer crimen tratado en el libro, el del Teatro Eslava, en 1923, motivado por rencores de todo tipo y diferencias políticas, nos lleva al mundo de la cultura y la bohemia en los años de entreguerras; es algo casi amable en comparación con lo que le espera al lector en las páginas siguientes. El autor anota que Francisco Umbral, cuando hace una referencia a aquel homicidio, comete el error de confundir a la víctima con el asesino.
José María Gironella, el autor de la antaño muy célebre Los cipreses creen en Dios, se ocupa de una presunta asesina que pertenece a todo un arquetipo de la historia criminal, la Viuda Negra. Una supuesta envenenadora de principios de los 90 en L’Hospitalet, moderna, que ya no recurre a la droguería para hacerse con sus armas, sino que adquiere el veneno, receta en mano, en cualquier farmacia. Esta mujer entra de lleno en la modernidad al recurrir a los medicamentos con receta como arma asesina. La ventaja del método empleado es que el veneno se metaboliza muy rápido, por lo que es difícil de encontrar en el cuerpo de la víctima.

A Baroja, Pérez Galdós y Emilia Pardo Bazán les atrajeron diversos crímenes. Al primero, el asesinato de dos mujeres en la localidad extremeña de Don Benito en 1903. Este fue el primero de nuestra historia en que un cacique pagó su culpa en el garrote vil. Pese a todo, Baroja renunció a dramatizarlo, lo cual se comprende bien cuando se leen los terribles detalles forenses que se dan en el libro. En cambio, Pardo Bazán abordó sin empacho el misterio del descuartizador.
Galdós se ocupó del llamado crimen de la calle Fuencarral, de 1888, en que la víctima fue una viuda rica. Pero su calidad de escritor no estuvo a la altura en este caso y, además de cometer sonadas omisiones, siguió la falsa versión oficial. El de la calle Fuencarral fue un crimen fundacional por varios motivos. Fue la primera vez que un suceso apasionó tanto a la opinión pública, la primera vez que un grupo de directores de periódico se lanzaron a ejercer la acusación popular en los tribunales, que un movimiento revolucionario ciudadano reclamó justicia desde las calles, que un presidente del Tribunal Supremo tuvo que dimitir por un escándalo o que se imputó al director de una prisión por un comportamiento negligente o corrupto.

En todo caso, todos los tratamientos literarios de crímenes palidecen ante la obra Bodas de sangre de Lorca, inspirada en un caso real ocurrido en 1928 en Níjar. Una historia, de nuevo, propia de una España negra y atrasada. Un dato elocuente a este respecto: la protagonista sufría una cojera producida por su propio padre; este la golpeó con fuerza cuando era bebé para que dejara de llorar. La década de 1920 en España es de gente bruta y desahogada, escribe el autor del libro. El detonante del crimen fue un matrimonio de conveniencia que se vio frustrado por el amor, lo que provocó la venganza de los agraviados. Estos tuvieron una pena leve por tratarse de un homicidio de honor, otro síntoma de aquella España. Inmortalizado por un genio… la gran lección, la moraleja de esta historia, surge con más fuerza de Bodas de sangre que del crimen de Níjar. Y, como si se contagiara del genio de Lorca, Pérez Abellán logra aquí algunas de las mejores páginas del libro desde un punto de vista literario. Así, al describir a los fugitivos que atravesaron un paisaje barrido por los vientos y maltratado por la falta de agua en el que los habitantes se hacían duros como piedras.

Además del citado más arriba, Emilia Pardo Bazán se ocupó de otro caso, ocurrido a mediados del siglo XIX, en el que coinciden una España negra y tradicional con la base de ciertos terrores infantiles. El asesino era un auténtico Sacamantecas, es decir alguien que destripaba a sus víctimas para vender su grasa como lubricante de piedras de molino, entre otros usos. Para acabar de rizar el rizo, este buhonero asesino afirmaba ser un hombre lobo.

Lee las primeras páginas del libro.

Francisco Pérez Abellán

El autor:
El doctor Francisco Pérez Abellán nació en Murcia, España, el 25 de marzo de 1954; es periodista especializado en el mundo del crimen, con una trayectoria que le ha permitido obtener distinciones como la de Criminólogo de Honor, Detective de Honor y Mejor Periodista de Investigación del Colegio de Detectives de Cataluña. Es socio y miembro del Comité Científico de la Sociedad Española de Criminología y Ciencias Forenses, y el único investigador de este tipo que tiene el privilegio de dar nombre a un «Aula de Criminología», en la que se imparten cursos de investigación criminal. Ha escrito veintiún libros, en los que desarrolla sus hallazgos sobre la historia del crimen en España.

El libro:
Los crímenes más famosos de la Historia ha sido publicado por Editorial Planeta en su Colección No Ficción. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 304 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.

Como complemento pongo un vídeo con una entrevista a Francisco Pérez Abellán por Los crímenes más famosos de la historia.

Para saber más:
http://perezabellan.webcindario.com/