El descubrimiento del paradero de Ladislaus Csizsik-Csatary, considerado el criminal de guerra nazi más buscado, no cierra las heridas de ese oscuro pasaje de la historia. Ni tampoco calma la sed de justicia de las víctimas y sus familiares. De aquellos líderes nazis que consiguieron escapar tras la victoria aliada quedan pocos vivos.
Todos tienen más de 90 años, y la mayoría están ocultos bajo nombres falsos. A continuación, la lista de los criminales nazis más buscados, según el Centro Simon Wiesenthal, que trabaja para darles caza.
Alois Brunner.
Conocido por su falta de compasión, Brunner era uno de los expertos en deportaciones del régimen: arquitecto de los guetos y convoyes hacia los campos de concentración, fue el brazo derecho de Adolf Eichmann, ideólogo de la conocida como “solución final”, es decir, el plan para perpetrar el Holocausto.
Se le atribuye el exterminio de al menos 128.500 personas como comandante del campo de París. Su predilección, los niños judíos, a los que consideraba “futuros terroristas” a los que había que eliminar. A pesar de ello, consiguió huir bajo el sobrenombre de Georg Fischer.
La última vez que se le localizó fue en el número 7 de la calle Georges Haddad, en Damasco. En la capital siria se hacía pasar por doctor, hasta que en 1992 las autoridades francesas le perdieron el rastro. Otras fuentes aseguran que vivió en Salvador de Bahía, en Brasil. Continúa en busca y captura, aunque acaba de cumplir 100 años, se desconoce si ha muerto.
Aribert Heim.
Conocido como el “Doctor muerte”, fue el médico del campo de Mauthausen, donde realizó todo tipo de experimentos con los prisioneros, como inyecciones letales directas al corazón de sus víctimas, según relató el superviviente español Marcelino Bilbao. Se le acusa de miles de muertes y torturas.
El 15 de marzo de 1945, Heim fue capturado por soldados estadounidenses y enviado a un campo para prisioneros de guerra. Fue liberado en dudosas circunstancias y pasó a trabajar como ginecólogo en la localidad alemana de Baden Baden.
En 1962, un informador le filtró que la policía austríaca lo investigaba por crímenes de guerra, y desapareció. Se movió de España, a Uruguay y, probablemente, también a Chile, Argentina, Brasil y Paraguay, hasta su establecimiento en Egipto, bajo el alias de Tarek Farid Hussein.
Se especuló con su muerte en 1992 en el país norteafricano, donde se hallaron documentos personales suyos. No obstante, su tumba y su cuerpo nunca fueron encontrados. Fue visto por última vez en 2005, de nuevo en España, supuestamente disfrutando de unas vacaciones en la Costa Brava. En estos momentos tiene (o tendría) 98 años.
Algimantas Dailide.
Oficial nazi en Lituania, se encargó de arrestar a judíos y polacos en el gueto de Vilna, personas que más tarde fueron ejecutadas sumariamente. Después de la guerra, Dailide busca refugio en Estados Unidos, donde se presenta como ingeniero forestal. Trabajó durante décadas hasta que se jubiló en Gulfport, Florida.
En 1997, se descubrió su pasado y su ciudadanía fue revocada. Su deportación a Lituania se retrasó hasta 2004, donde un tribunal lo declaró culpable de los crímenes anteriormente mencionados. Sin embargo, nunca llegó a ingresar en prisión "porque era muy mayor y no representaba ningún peligro para la sociedad". En la actualidad, tiene 91 años.
Mikhail Gorshkow.
Intérprete de la Gestapo en Minsk, se considera que estuvo involucrado en el asesinato de cerca de 3.000 hombres, mujeres y niños en el gueto Slutsk. Su caso guarda paralelismos con el de Algimantas Dailide. Huyó a EEUU donde adquirió la ciudadanía, hasta que en 2002, el estado de la Florida descubre sus mentiras. Gorshkow regresa entonces a Estonia.
Sobre la base de la evidencia entregada por el Departamento de Justicia estadounidense en 2003, la Fiscalía General de Estonia abrió una investigación sobre la supuesta participación de Gorshkow en los crímenes de guerra. La investigación se cerró en octubre de 2011 por falta de pruebas concluyentes. Los fiscales arguyeron que existía la posibilidad de que hubiese más de una persona con el apellido Gorshkow que colaborara con los nazis. Ante la duda, quedó en libertad, y ahora tiene 89 años.
Sandor Kepiro.
Excapitán del Ejército húngaro, acusado de crímenes de guerra por haber participado en 1942 en la matanza de 1.200 judíos, serbios y gitanos en la región serbia de Voivodina, murió en Budapest a los 97 años. Kepiro fue condenado en 1946 a 14 años de prisión, pero logró escapar y refugiarse en Argentina, donde vivió varias décadas.
El Centro Simon Wiesenthal anunció en 2006 que lo había encontrado en la capital húngara, donde fue juzgado a duras penas a lo largo de dos meses debido a su avanzada edad. Tenía que escuchar al juez con la ayuda de un dispositivo especial porque no podía mantener la concentración durante más de hora y media, según Afp.
Fue absuelto finalmente por falta de pruebas, aunque siempre mantuvo su inocencia. "Nunca he matado a nadie ni he robado nada, he servido a mi país... Volví a Hungría en 1996 porque para mí la vida no tenía sentido fuera de Hungría", declaró en su última comparencia ante los medios.
Klaas Caerl Faber.
Muerto el 29 de mayo del presente año a la edad de 90 años, su caso supuso décadas de tensión entre la justicia alemana y holandesa. En 1947, fue condenado a muerte, pena que le fue conmutada por la cadena perpetua un año más tarde. Sin embargo, se fugó de la cárcel en 1952 y se refugió en Alemania. Por haber sido voluntario de las SS, Faber obtuvo la nacionalidad alemana gracias a un decreto de Hitler.
Con la ayuda de un policía fronterizo alemán, excamarada de la SS, pasó a Alemania junto a otros nazis y vivió plácidamente en Baviera. Las diferencias entre Alemania y Países Bajos le permitieron vivir en la impunidad hasta su muerte.
Ivan Kalymon.
Sirvió en la policía ucraniana al servicio de los nazis durante el periodo 1941-1944, tiempo durante el cual participó en el asesinato, las redadas y la deportación de miles de judíos que vivían en el gueto de Lvov. Recibió una orden para ser deportado de EEUU por haber ocultado sus actividades en tiempo de guerra, pero sigue a la espera de que algún otro país acepte recibirlo.
Soeren Kam.
Oficial de las Waffen-SS de Dinamarca, sirvió a las fuerzas nazis durante la II Guerra Mundial y fue galardonado con la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro, galardón que reconocía la valentía en el campo de batalla extrema en la Alemania nazi. Obtuvo la nacionalidad alemana en 1956, donde vive en la actualidad a sus 91 años, al haberse rechazado dos solicitudes de extradición a Dinamarca.
Adam Nagorny.
Vive en la actualidad en Alemania. Se le acusa de haber sido guardia de las SS en el campo de concentración de Treblinka I y de haber participado en las ejecuciones. Se encuentra bajo investigación oficial por la fiscalía alemana después de descubrirse testimonios que lo señalaban como uno de los responsables del exterminio.
Gerhard Sommer.
Vive en Alemania. Se le acusa de participar en la masacre de 560 civiles ocurrida en el pueblo italiano de Sant' Anna di Stazzema, como miembro de las SS. Fue condenado en ausencia por un tribunal militar italiano en 2005. Ha estado casi una década bajo investigación en Alemania, pero hasta ahora no se han presentado cargos contra él. Tiene 93 años.
Karoly Charles Zentai.
Acusado de participar en la persecución y asesinato de judíos en Hungría, en la actualidad está apelando contra la extradición desde Australia, donde emigró. Tiene 91 años.