Los Cristianos Somos Tesoros En Vasos de Barro En Las Manos de Dios

Por Evangelista Guzmán Rodriguez @GuzmanRodr

Somos Tesoros En Vasos de Barro En Las Manos de Dios y De Jesucristo

Esa es la gran verdad del hombre y la mujer de Dios: "Somos tesoros en vasos de Barro". Con sus manos él nos creó, nos da la forma que más nos conviene y le sirve a su propósito. Es una forma de garantizar que suya sea toda gloria por realizar esta obra que somos tú y yo, la obra de sus manos que el cuida celosamente.

Sólo tenemos que pensar en algunos pasajes bíblicos en los cuales se nos enseña que todo lo que somos y lo que podamos llegar a ser depende de Dios que nos hizo e hizo los cielos y la tierra. La biblia enseña que somos barro en manos del alfarero y como tal nuestro Señor tiene el poder y la facultad de moldear su creación.

Tenemos el Privilegio de Ser Vasijas de Barro En Manos de Dios


Tenemos un gran privilegio y es que siendo vasos o vasijas de barro, también somos: hijos de Dios y como tales herederos del reino de los cielos, representantes del Señor en esta tierra, embajadores de cristo. Somos tesoros en vasos de barro y la razón es que siendo débiles (fáciles de quebrar), tenemos la más importante misión, la cual es llevar la palabra de Dios por todo el mundo.
Marcos 16-15-20: En este pasaje podemos ver algunas de las cosas que Dios hace cuando nos ponemos en sus manos. Las señales siguen a los creyentes que saben su lugar en esta vida, si tienes fe, puedes dejar de seguir señales y permitir que puesto tu en manos de Dios y fruto de una vida de obediencia, que esas señales sean ellas las que te sigan a ti.
Somos creados para gloria y honra de Dios. El apóstol Pablo se refiere a esto cuando escribe: "Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros" (2 Corintios 4:7). El tesoro al que Pablo se refiere es el conocimiento y la presencia del Espíritu Santo por medio de la fe en Jesucristo.
El mismo apóstol Pablo dio testimonio de lo que el señor puede hacer con un vaso de barro cuando dijo que él todo lo podía en cristo que le daba la fortaleza, además fue quien hablo más claramente de todos los dones espirituales que Dios por medio de su Espíritu deposita en los creyentes. 1 Corintios 12 y 14.

Jesús Depositó Un Gran Tesoro En Vasos de Barro


Nuestro Señor Jesucristo en su mandato de "la gran comisión" no enseña que tenemos un gran tesoro a pesar de ser simplemente barro. Cuando Jesús habla de las señales que seguirán a los creyentes, él también está hablando de ese gran tesoro que tenemos a pesar de ser vasijas de barro.
Cristo es el camino, la verdad y la vida y estos vasos de barro que somos tú y yo, estamos llamados a llevar al mundo ese tesoro que tenemos, a Cristo Jesús en nosotros.
Te invito a leer una publicación sobre "La tacita de barro en manos del alfarero" y ver lo que somos tú y yo En Manos De Dios, como él nos procesa y da forma. Todo el proceso por el cual pasa un cristiano se puede ver en la reflexión del alfarero y la tacita de barro.
En los capítulos 1 y 2 de Génesis, podemos ver la creación del hombre, esta se distingue de todo lo que antes fue creado. Dios con el poder de su palabra crea todo, pero cuando el toca crear al hombre todo es diferente: involucra al hijo y al Espíritu Santo y lo hacen a su imagen y semejanza, pero del polvo de la tierra. Crean un muñeco de barro al cual de dan aliento de vida.
La misión de este hombre creado por Dios fue la de administrar el planeta, señorear sobre todo lo creado, el Señor le delegó toda autoridad y dominio. A pesar de ser un vaso de barro tuvo la encomienda de ser (después de Dios) la autoridad en la tierra, responsable de este mundo con el mandato de: cuidarlo, fructificarse, multiplicarse y llenar la tierra.
Es responsabilidad de todo creyente saber lo que es en manos de Dios, conocer para que fue creado. Si conocemos la voluntad del creador y nos someternos a ella, sabiendo que sin su ayuda nada somos, sino que por su gracia es que recibimos los dones que nos permiten ser vasos de barro que poseemos un gran tesoro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros, entonces sabremos nuestro propósito en este mundo, el cual es glorificar a Dios (Juan 4,23.24).