Los cronocrimenes (o cualquier tiempo pasado pudo ser mejor para hector 1)

Publicado el 14 octubre 2009 por Crowley

"Este era su regalo para ellos, el pueblo, su país. Había depositado sobre el mundo una carga maravillosa. El terrible y fatigoso milagro de la vida eterna"
(Philip K. Dick en el relato "Algo para nosotros Temponautas")
De siempre me ha fascinado la idea de los viajes a través y en el tiempo y las paradojas en el mismo que éstas puedan ocasionar al inetrferir en él, ya sean abiertas (como sería aquella en la que uno viaja al pasado para asesinar a uno de sus antecesores imposibilitando así su propio nacimiento y por ende el asesinato que ha cometido y ha originado su no exitencia actual) o cerradas (más complejas que las anteriores si cabe y en las que el suceso o información circula cíclicamente sin saber bien por qué se originó ni por quien); de hecho, uno de los libros que más gastados tengo, y del que algún día daré buena cuenta en este blog, es una recopilación de Peter Haining y Miquel Barceló sobre relatos de dicha temática llamado "Cronopaisajes", así que cuando vi por primera vez "Los Cronocrímenes", no cupe en mi de gozo y es que con cada nuevo visionado (y ya van unos cuantos y en cada uno descubro nuevos matices) las incognitas que se nos despejan son muchas, las piezas encajan a la perfección, pero las que se nos crean nuevas son otras tantas... y es que nunca sabremos si Héctor, nuestro pobre protagonista, viaja en el tiempo para tratar de evitar que suceda todo cuanto sucede o si bien eso sucede porque el ha viajado en el tiempo, lo cual no hace sino más interesante aún si cabe el film en cuestión, o bien, por el contrario, al intentar poner remedio a todo, lo único que ha conseguido es empeorar más aún las cosas y verse inmerso en un "anillo o banda de Moebius o Möbius" para, tal vez, toda la eternidad.
Nacho Vigalondo consigue con esta, su brillante ópera prima, un deslumbrante debut (para mi éste, el de Balagueró y el de Fresnadillo han sido de lo mejor del cine patrio en años) en el complejo y complicado mundo del largometraje; "Los Cronocrímenes" se erige por méritos propios como un gran trabajo de ciencia-ficción hispana, con mad-doctor incluído, en un "hype" inteligente, original y calculado en el que todas las piezas encajan a la perfección y que nos hace albergar grandes esperanzas de que este director nos ofrezca otras buenas películas en tiempos, esperemos, no muy lejanos. El film es sencillo en cuanto a la forma de estar rodada, limpio, hecho con mucho amor y refleja los viajes en el tiempo con tal veracidad, sin alardes de intelectualismo pedante, que la hace creíble y honesta (en cierta medida me recordó a la interesante "Primer" de Shane Carruth, que también trata del tema de la máquina del tiempo y sus consecuencias con realismo), ya que a pesar de sus limitaciones técnicas y presupuestarias, es tal la entrega del equipo que la conforma, que uno sólo puede ver virtudes y aciertos en ella.
Es este un film que ya creaba interés entre el fandom mucho antes de que se estrenara en las salas comerciales de nuestro país, premiado y loado hasta la saciedad en numerosos festivales del extranjero (¡qué triste que, como casi siempre, uno tenga que triunfar fuera de las fronteras de su país para ser reconocido en el mismo!) y que ha sido alabada unánimamente por gran parte de la crítica y del público en general (e incluso está pendiente un remake para el cine USA con Tom Cruise, que por cierto, eso de los remakes que hacen los norteamericanos es algo que jamás entederé, una de dos, o bien al ver una película que no cuente con actores suyos les vaya a entrar un escozor de ojos tal que estos se les derretieran, o bien que al ver un film con actores desconocidos para ellos y que no tengan apariencia de neoyorquinos progres y cool, se dediquen en lugar de a desenmarañar el argumento de la historia, a averiguar con ahínco el país de origen de tan exótico y salvaje personaje, llegando a comprender, tal vez con fatalidad, que hay más mundo fuera de sus fronteras; es que es como si nos dedicáramos a hacer un remake de "Gran Torino", por ejemplo, con Alfredo Landa como protagonista, con todos mis respetos para él, con Ozores, Esteso y demás como vecinos de un conflicitivo barrio del extrarradio de Madrid y los niñatos de "Física o Química" como pandilleros,para que así nuestro público se sienta más identificado con la historia, y en lugar de su título original, la rebautizaramos como "Gran Seat Seiscientos"...¡Demencial!). Pero vayamos a lo que nos compete, que me despisto...
La historia (y no puedo evitar incluir spoilers en este párrafo), el juego, que Vigalondo nos propone comienza con un matrimonio en su casa del campo. Ella se marcha a comprar y él decide quedarse sentado en el jardín, prismáticos en mano, observando a una joven que se desnuda entre la maleza. Con cierto horror contempla cómo esta es asesinada por un ser misterioso que lleva la cabeza envuelta en una gasa de color rosa. No sin cierto halo de morbo, acude al lugar en el que ha visto a la chica, donde es atacado por la extraña figura. Con terror, huye despavorido entre los árboles, encontrando como único lugar para refugiarse una institución, con pintas de laboratorio científico, donde está trabajando un doctor. Este le indica, como único lugar posible para esconderse de quien le persigue, un extraño artefacto que resulta ser una máquina del tiempo que le llevará unas horas atrás, por lo que decide poner remedio a la muerte de la joven y no verse así metido en ese lío... y así dará comienzo una sucesión de situaciones en las que veremos que es imposible cambiar las cosas y que siempre cometeremos errores que nos llevarán, irremediablemente, hacia el mismo punto final que ya había ocurrido. Porque una duda nos asaltará al final de la película y es ¿cuándo empezó todo ese bucle temporal?, ¿cuál fue el momento exacto en el que Héctor se vió inmerso en esta locura?. ¿Héctor no salva a la chica porque es imposible salvarla o es imposible salvarla porque en un principio ya no pudo hacerlo?. Vigalondo se aleja del consabido causa-efecto múltiple para encerrar todo ello en la persona de Héctor ya que él es causa y efecto al mismo tiempo, no hay un desencadenante determinado para lo que ocurre (y si lo hay es desconocido para el protagonista y por obligación para nosotros), Nacho deja de lado que los saltos en el tiempo creen unviersos paralelos, sino que nos da una historia lineal, donde todo ocurre en la misma dimensión, sin baches, donde todo sucede del único modo posible en que puede suceder y Héctor se limita a cumplir lo que el ciego destino le tiene predeterminado.
En definitiva, un recomendable film de ciencia-ficción hispana, interesante, estimulante, valiente, original, con un guión sólido y bien pensado en el que todo encaja y que nos hará (re)plantearnos más de una pregunta cuando las luces de la sala de cine vuelvan a encenderse, que sobresale por encima de la media de entre todas las películas que conforman el desolador cine español; lo cual, en los parámetros en los que nos movemos, ya es mucho. Ahora solo nos queda rezar porque alguien le de más dinero para su próxima película, ¿por que se imaginan lo que sería capaza de hacer el Sr. Vigalondo con cuatro o cinco veces más del presupuesto que tuvo para "Los Cronocrímenes"?... Sin duda, maravillas que nos harán deleitarnos.
Este artículo ha sido escrito por Crowley 2, que Crowley 1 ha estado unos días ausente y como a Crowley 3 no le apetecía hacer nada, Crowley 4 viajó en el tiempo unos meses atrás para dictarle al oído a Crowley 2 esta reseña que se escribió con el portatil de Crowley 5. Pero... ¿Crowley 2 ha escrito esta reseña porque Crowley 5 ha viajado en el tiempo a dictársela o Crowley 5 ha viajado en el tiempo porque Crowley 2 escribió esta reseña en el pasado?
"Yo sé de donde vengo yo...¿pero de donde habéis salido todos vosotros, zombies?"
(Robert A. Heinlein en el relato "Todos vosotros Zombies")