Los daños colaterales del ejército israelí

Por Rgalmazan @RGAlmazan

Presumen de que son el ejército “más moral” del mundo. Seguramente para cumplir con aquel refrán español que dice: “Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”. Porque si hay algo que es seguro que falta en el ejército israelí es la moral.

La ONG israelí “Breaking The Silence” que está compuesta por exsoldados israelíes ha denunciado las prácticas agresivas, bélicas y abusivas del ejército israelí en Cisjordania contra adultos y niños palestinos. Acusan al que fue su ejercito de verdaderas atrocidades.

Por ejemplo, de mantener el terror entre los palestinos, entrando dos o tres veces al día en las aldeas haciéndolo militarmente para mantener el terror (luego dicen que los terroristas son los palestinos), demostrándoles que están invadidos y que están sometidos a su poder.

Además les provocan con marchas militares, himnos israelíes, y si los niños o jóvenes les tiran piedras, no tienen el menor reparo de atacarles con botes de humo que disparan a su cuerpo o por ejemplo tiran bombas de sonido en lugares llenos de gente para atemorizarlos, como por ejemplo dentro de alguna mezquita.

Otra de las hazañas de este “ejército moral” es la de partir las balas de gomas, con lo que consiguen que adquieran mayor velocidad y hagan más daño, sobre todo cuando las tiran desde diez metros y menos.

Esta ONG ha emitido un informe donde cuarenta y siete militares que formaron parte del ejército desde 2005 a 2011, de forma anónima, cuentan las atrocidades con las que los israelíes tratan a los palestinos, también a los niños y a los adultos.

En estas refriegas, organizadas para mantener el horror y el terror por los soldados, se toman prisioneros al azar, y en algunos casos se han producido heridos graves e incluso muertos entre los niños palestinos.

Cuando hacen prisioneros a niños se les esposa, se les tapa los ojos y se les deja durante horas encerrados en esa situación. Y esto, en muchos casos, sin que haya una denuncia contra ellos. Según este informe los niños pueden contar entre ocho y diez años, o menos, y estas salvajadas se cometen con el único objetivo de provocarlos y pasar el rato.

Un sargento en la reserva ante estas acusaciones contesta que ‘su misión es cazar a los malos’. Y todo lo demás son daños colaterales. Todo responde a la consigna de que los palestinos, incluidos niños, jóvenes y mujeres son todos culpables hasta que no se demuestre lo contrario. Como se puede advertir un principio “muy moral”.

Por otro lado, el tribunal superior de Haifa acaba de exculpar al ejército israelí de la muerte de la activista estadounidense Rachel Corrie, quien fue atropellada deliberadamente por una excavadora militar cuando Rachel trataba de parar el derrumbamiento de edificios palestinos donde se iban a instalar nuevos asentamientos israelíes, en Gaza.

Habría que ver qué hubieran dicho y hecho los EE.UU. si quien asesinó a esta activista de su nacionalidad, hubiera sido de otro país, por ejemplo de Irán. Pero está claro que la impunidad del gobierno y del ejército israelí es total, y siguen haciendo de su capa un sayo, actuando como terroristas de Estado e incumpliendo constantemente las disposiciones de la ONU y los más elementales derechos humanos.

Con papa yanqui de su lado, no hay quien les tosa y está claro que siguen impunemente haciendo lo que les viene en gana, sin que nadie intervenga para poner fin a “estos daños colaterales”.

Salud y República