Aunque carecen de la fama de los danzantes de Valverde de los Arroyos y de Majaelrayo, bien merecen una reseña, tanto por su valor etnológico como por el esfuerzo que ha supuesto su recuperación en estos pueblos. El joven maestro Raúl Conde lo explica con detalle en su libro Danzantes de Guadalajara.
La Asociación cultural El Poyato, con el apoyo de los hijos del pueblo y la colaboración de José Antonio Alonso consiguió recuperar los danzantes en 2.005. Las claves de su éxito radican en el entusiasmo de la asociación, su capacidad para atraer a los jóvenes a la danza y la incorporación de chicas, inculcándoles los valores y el respeto por la tradición.
Hoy la edad media está en los veintitantos. Bailes titulados “Madrugaba un caballero”, “Castillo”, “Las Cadenas”, “Tronchos”, “Madrugaba un caballero”, “Cuando me caso mi madre”, “Quien ha habido San”, “Pasacalle”, “Cadenita del pie” y “Peregrina” vuelven a verse en nuestra sierra para escándalo de los puristas (dicen que han perdido autenticidad). Los demás disfrutamos y nos felicitamos por su recuperación.
Lar-ami
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