Los de la metonimia contra los de la metáfora

Publicado el 15 febrero 2017 por Vigilis @vigilis
Una metonimia especialmente lamentable de esa mezcla de mafia y superstición que es el separatismo español es la que establece una relación de sustitución del todo por la parte. Así por ejemplo, los separatistas catalanes pasan a ser todos los catalanes. Esto es especialmente chocante cuando en elecciones no obtienen la mitad de los votos pero aunque tuvieran el 99% seguiría siendo algo muy lamentable porque al final no es otra cosa que pasar un rodillo y despreciar a la gente, borrarla.
Similar manipuladora metonimia es la que vemos cuando se juzga a individuos que quieren dar un largo y lento golpe de estado y esperan que nadie se dé cuenta. Así, cuando el chico de los recados del clan de los Pujol y dos señoras que creo son monjas alféreces (tienen un montón de monjas alféreces en ese tinglado mafioso, es extrañísimo) se sientan ante un tribunal acusados de desobediencia, prevaricación y mal gusto al vestir (su peor crimen es el estético, siempre lo ha sido), resulta que no les juzgan a ellos sino a "Cataluña" o a "la democracia" o a su nube de colores preferida.

Artur Mas en el banquillo de los acusados.

Yo no sé cómo se las arreglan pero ellos nunca son culpables de nada. Decía C3-PO en Endor que su programación le impedía personificar a una divinidad. Nuestros golpistas habituales carecen de ese sensato impedimento en su programación y por lo tanto aunque tú los veas sentados en el mismo banquillo que violadores y pederastas ellos no están ahí. En realidad a quienes juzgan los jueces es al éter cósmico, a la clave de sol y al olor a cuerazo.
A estos presuntos criminales se les suma la presidenta del parlamento regional y la cantinela es milimétricamente la misma. Cuando esta señora recibe un correo certificado o la visita de un funcionario en su domicilio que le pide comparecer en el juzgado tal día, en realidad no se lo piden a ella sino, en sus palabras, a la democracia. Recuerda un poco a los chistes de Gila:
—¿Es la democracia...? Que se ponga.
Que si lo piensas no dejan de ser un poco cutres y faltos de imaginación. Puestos a personificar entidades no corpóreas déjate de democracia, Cataluña y chuminadas blanditas del estilo. Nada mejor que decirle al juez "usted no me juzga a mí sino a las infinitas líneas de tiempo del multiuniverso" o "un ataque contra mí es un ataque a los martirizados por su fe en Cristo en la última hora del hombre" o directamente gritar en la audiencia "¡postraos ante Sobek, señor de las bestias del Nilo!". Si la presidenta del parlamento hace esto último yo me presento voluntario para testificar a su favor.

Hay algo en lo que no se suele rascar: si la Constitución no rige, entonces ningún miembro del parlamento catalán tiene inmunidad, ni Forcadell es presidenta de nada, ni el señor que tiene pelo de clic de playmobil es más que un tipo que camina por la calle, ni hay estatuto de autonomía, ni presupuestos, ni nada. En esto la gente no piensa.

Luego está toda la comandita que rodea el circo. Gente con esquiva actitud de mustélido y lerda mirada de vaca que repite la consigna mántrica del día. Así el gobierno regional por boca de su portavoz nos dice que ningún tribunal puede juzgar la organización de un referendum (hasta yo sé que un tribunal sí puede y debe juzgar eso), uno de los chiringuitos de la cosa separatista repite que se está juzgando a la democracia (estos además dicen que hay una conspiración entre el ministerio del Interior y la Oficina Antifraude. Sí, sí, "conspiración"), los nazis de la CUP dicen que se juzga a todos los catalanes, los nazis que secuestraron a docenas de personas en agujeros y bailan sobre charcos de sangre también dicen que se juzga a la democracia y cómo no, la reina de todas las fiestas repite que no se puede responder "a las urnas" "con tribunales" (fijaos cómo el idioma neoestalinista se compone solamente de metonimia, no es un idioma como lo entendemos los seres humanos vivos).
Reparamos en que hay uno o dos patrones aquí. Primero, este grupito siempre va de la mano. Cuando pasa algo escuchas a uno de estos y ya sabes lo que va a decir el resto. Segundo, no hay aquí ni una sola idea original. Me atrevería a decir que no hay ninguna idea. Todo lo que declaran son eslóganes que pretenden calar en la gente a fuerza de repetición. Nunca ganarán pero nos dejarán las orejas como los pimientos que tardas en recoger del huerto, avermellonadas ("como tomates", sería otra expresión).
Claro, los que no hablamos de deidades egipcias ni de mensajes apocalípticos inspirados por el consumo de sustancias opiáceas somos los aburridos. En una época en la que todo el mundo pretende vivir en una perpetua infancia nosotros no somos la primera opción de nadie. Nuestras armas son una biblioteca jurídica y un señor de Pontevedra que nunca cambió de peinado y que no va a fiestas. Así de primeras la servil muchedumbre querrá apuntarse al loco e infinito botellón de la gente que se pone pelucas de colores y que está como una regadera. Yo lo entiendo.
Esto se ve perfectamente en la bojiganga que acompaña cada paso de esa ruta circular del separatismo. Va el chico de los recados del clan de los Pujol a sentarse en el banquillo y a la puerta del juzgado le acompaña el gobierno regional (¿esa gente no trabaja?), mil jardineros de la Generalidad recién contratados, señores mayores con aspecto de hinchas de fútbol y un montón de banderitas de colores. Cuando va a declarar como testigo la directora de colegio que se negó a dar las llaves del instituto a unos desconocidos porque básicamente el instituto no es suyo para prestárselo a nadie y había una orden del Constitucional que decía que los institutos no podían ser usados para una actividad privada como el butifarrendum del 9N, la señora va sola (creo que la acompañaron dos diputados de Ciudadanos, pero no estoy seguro). Somos los aburridos.
Luego está lo de la fiscal. A esta señora la bojiganga parda la increpó a la salida del tribunal. Ella después declaró a la prensa que llegó a temer por su integridad pero que se mantuvo firme y les aguantó la mirada "porque allí representaba a una institución del Estado".
Visualizadlo: una señora bajita, sola y caminando en silencio aguantando el chaparrón de una turba vociferante y fanática.
Nosotros no somos los de las metonimias, somos los de las metáforas. Y excuso mencionar el juicio de Sócrates a los generales de la batalla de las Arginusas o el testimonio de Lee Adama en el juicio a Gaius Baltar porque esas referencias las doy por sabidas. Vale.