El 11 de septiembre de 2001 terroristas islámicos secuestraron cuatro aviones de pasajeros en Estados Unidos para usarlos como misiles contra objetivos importantes. La descoordinación y falta de colaboración entre el FBI y la CIA en los meses y años anteriores hizo posible que los secuestradores viajaran al país, se establecieran y prepararan los secuestros. Dos de los aviones fueron usados como misiles contra las torres gemelas del World Trade Center de Manhattan (Nueva York). Un tercer avión fue impactado contra el Pentágono. El cuarto avión iba a ser usado como misil contra el Capitolio, pero tras enterarse por llamadas a familiares que tres aviones habían sido usados como misiles y causado muchas víctimas inocentes los 33 pasajeros y los 7 miembros de la tripulación, esas 40 personas, se rebelaron contra los 4 secuestradores, contra los 4 terroristas. La lucha a bordo descontroló el avión, que se estrelló en un prado en Pensilvania, a unos 96 kilómetros de la ciudad de Pittsburgh. La voluntad de esas 40 personas de intentar que el avión en el que iban no se usara como un arma debería inspirarnos sentimientos de admiración y respeto por ellos, por su valiente sacrificio. Foto: fotograma de "United 93", la película realizada en 2006 sobre estos hechos.
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Vuelo_93_de_United_Airlines