Ratzinger, atormentado por sus demonios personales, vuelve a la carga en “Luz del mundo. El papa, la iglesia y las señales de los tiempos”, el libro-entrevista de Peter Seewald y, aprovechando que el Turia, de blanco, pasa por mi paellera, arremete nuevamente no sólo contra el ejercicio de la homosexualidad sino contra la homosexualidad en sí misma, de la que un atormentado Ratzinger asegura que “está contra la naturaleza de lo que Dios ha querido”; o, lo que es lo mismo, que Dios se equivocó al crear al hombre, que cometió errores pues muchos le salieron gays; o sea, que Dios erró; o sea, que Dios no existe, puesto que Dios no puede errar.
También asegura el atormentado Ratzinger, erre que erre, que la homosexualidad “está contra el plan de Dios”. Pues menudo Dios de pacotilla, que permite semejante rebelión. Algo falla: o Dios, o quienes le han creado. Yo creo que hemos inventado un Dios con demasiados errores.
Total, que suma y sigue con lo mismo –los ataques contra homosexualidad y homosexuales- desde que esta atormentada criatura llegó a Roma en 1986, a la Congregación para la Doctrina de la Fe (heredera directa del Santo Oficio y, por ello, de la Santa Inquisición). Solamente me he encontrado tal pertinaz hostilidad hacia la homosexualidad y los homosexuales en gays ocultos en lo más profundo del armario que, como este papa, quieren exorcizar sus propios demonios atacando lo que de sí mismo ve en otros. Y al revés.
De cualquier modo, se ha convertido en un terrorista de las conciencias, con amenazas de muerte eterna e impuesto revolucionario. Alguien tendría que encerrarlo. O algo.
En cualquier caso, según todos los indicios canónicos, el papa está poseído.
¡Meeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeerriiiiiiiiiiiiiiin!
Filed under: homofobia, ratzinger, religión, sexo Tagged: Dios, homofobia, homosexualidad, Peter Seewald, ratzinger