Los diarios de Emilio Renzi. Piglia

Publicado el 12 enero 2016 por Jcercas

Piglia (Adrogé, 1940), que acaba de recibir el importante premio Formentor al conjunto de su obra y padece una grave enfermedad degenerativa, es un veterano escritor con obra relativamente escasa pero de calidad. Ha logrado un estilo propio separándose de una generación de argentinos atrapada bajo la sombra alargada del magisterio de Borges y Cortázar. Ha publicado cinco novelas ( Blanco nocturno, de 2010, la más importante y premiada), tres colecciones de relatos (destaca el primero, La invasión, publicado a sus 27 años) e innumerables artículos de crítica literaria, muchos de los cuales están recogidos en varias colecciones (entre ellas Formas breves, El último lector y Antología personal). Sus novelas, no largas de ordinario, combinan cierto hermetismo experimental con elementos más populares como el género negro y los elementos históricos. Sus libros de no ficción resultan más convincentes y brillantes.

En 1957, con 17 años, comenzó a escribir estos Diarios, de los que ahora se publica el primero de los tres volúmenes que los contendrán. Los diarios de Emilio Renzi (segundo nombre y segundo apellido del autor Renzi, "personaje" que aparece en algunas de sus novelas) recorren sus años de formación, hasta 1967, año en que publica con éxito su primer libro.

Sorprende la madurez de inteligencia y estilo en alguien tan joven. Muy pronto aceptó su vocación de escritor (se pregunta si es decisión, seducción o hábito) y comenzó una vida volcada en la literatura: innumerables lecturas, ejercicio diario de la escritura y relaciones casi exclusivas con gentes del medio (editoriales, periódicos, colegas). Se sirve de su formación académica (Historia, Filosofía y Literatura) para sostenerse económicamente dando clases en la universidad desde muy pronto (con casi con la misma edad que sus alumnos).

Su juventud está dominada por los libros y el cine. Los vaivenes propios de esos años de la vida, con sus entusiasmos, amoríos, rebeldías y desengaños, están siempre tamizados en su caso por su fuerte vocación y talento literario. Sus etapas ideológicas pasan por el anarquismo, el trotskismo y el marxismo. Hay escasa presencia de asuntos familiares y, en general, de cosas distintas a las palabras. Aun así reflexiona sobre Argentina y su historia política, el peronismo de su padre, las relaciones con su abuelo y sus sucesivas novias. La mayor parte de los planes, tareas y recuentos que se enumeran tienen que ver con la literatura. Cada vez se van haciendo más frecuentes las notas que capturan posibles temas para futuros relatos.

En esa edición se intercalan breves textos (relatos, ensayos) escritos en esos mismos momentos. Cuando se muestra más brillante y lúcido es, casi siempre, en los comentarios a lecturas y autores, mirados siempre desde la perspectiva de uno que escribe. Más allá de las clásicas vanidades de artista y de pequeñas excentricidades estilísticas (como el uso alterno de la tercera persona en un libro de esta índole), el volumen es de una calidad alta e infrecuente que hace esperar con interés las próximas entregas.