Los bebés lloran, algunos lloran poco y otros lloran mucho pero el llanto es la forma de comunicación de nuestro bebé así que mejor que los conozcamos.
Cuando un bebé nace, uno de los primeros sonidos que emite es el llanto, es la muestra de que respira y está vivo.
También nos ayuda a saber si está cómodo, si le duele algo, si tiene hambre o algo no va bien.
¿Pero cómo saber que nos quiere decir el bebé con su llanto?
Me dicen que quiere manipularme y que lo deje llorar ¿qué hago ¿y si realmente le pasa algo?
Vamos a hablar del llanto del bebé y cómo diferenciarlo y porque no conviene simplemente ignorarlo, ya que puede pasar algo grave y no notarlo.
El llanto es crucial para la sobrevivencia, según este artículo del NYT “En un informe publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, Carmen Birchmeier y Luis Hernández Miranda, del Centro Max Delbruck de Medicina Molecular en Berlín, y sus colegas, mostraron que los bebés ratones que carecían de ese nódulo clave —aproximadamente 17.000 neuronas localizadas en el evolutivamente antiguo romboencéfalo— pueden respirar de manera lenta y pasiva, pero no animada ni vigorosa.
Cuando abren la boca para llorar, no sale nada. Como resultado, sus madres los ignoran y estas crías que respiran débilmente mueren pronto.”
El llanto es normal en los bebés y en promedio un recién nacido llora alrededor de 2 horas por día, disminuyendo conforme van creciendo según la Asociación Española de Pediatría.
Cada bebé es diferente, algunos bebés son muy tranquilos y les molestan pocas cosas, otros son más sensibles y te harán saber su inconformidad de inmediato.
Por ejemplo mi hija mayor lloraba bastante más de dos horas al día y sin embargo la pequeña cumplía bastante bien con esa norma en sus primeras semanas de vida, pero luego dejó de llorar y no lloraba casi nunca.
Existen en general cuatro tipos de llanto según diversos estudios.
- De hambre (básico) Es el más fácil de calmar. Es rítmico y regular y inicia con pequeños quejidos y va subiendo de volumen, abrupto se calma en cuanto el bebé es alimentado. O aumenta si no es atendido pronto
- De enfado. Es muy parecido al anterior, pero su inicio es abrupto y a todo volumen.
- De dolor. En este caso el llanto es también abrupto e intenso, pero con periodos donde contiene el aliento. En caso de cólico además notarás que encoge las piernas.
- De frustración. Según Wolff el llanto para llamar la atención o para expresar frustración empieza a darse después que el resto, a partir de la tercera semana de vida. Es un llanto más limitado que los anteriores ya que está constituido por la aparición de dos o tres lloriqueos. En este caso no se detecta contención de la respiración.
NO hay que ignorar el llanto de los bebés. Eso de que llorar es bueno porque ensancha los pulmones es una idiotez.
Es muy importante que las madres estemos receptivas a las señales de nuestros bebés, para conocer sus reacciones, carácter, qué le gusta y qué no, etc.
Recuerda, siempre es mucho más fácil calmar un bebé que comienza a inquietarse a calmar a un bebé llorando a todo pulmón.
Por otro lado, ignorar el llanto del bebé puede disparar su cortisol (hormona del estrés) que además es neurotóxico.
Los escáneres cerebrales de niños que han sufrido angustia intensa sin recibir consuelo muestran el hipocampo un tanto encogido, debido a la muerte de neuronas en sus tejidos.
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El llanto continuado sin atender puede predisponer al niño a tener problemas de memoria, desequilibrios químicos cerebrales, problemas emocionales, de ansiedad, de estrés, depresión, comportamientos violentos, etc.
Así que no lo dudes.
Observa a tu bebé, cálmalo lo antes posible, y si el llanto no cede, no dudes en consultar al pediatra o visitar emergencias.
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