Los dilemas que plantea charlie hebdo

Publicado el 10 enero 2015 por Carlos Armando Cuervo @albinoni6

El presidente de Francia Y lideres Árabes


Las opiniones y posiciones éticas que han emergido ante la crisis de la revista Charlie Hebdo en Paris, anima a plantear los diversos interrogantes entre legales, morales, religiosos y sobre derechos fundamentales envueltos en esta penosa situación.
Un primer cuestionamiento nace a partir de como el radicalismo de cualquier tipo llamase musulmán, de izquierda radical, nacionalismo a ultranza o cualquier vertiente extremista se aprovecha de nuestros sistemas legales, liberales y abiertos para realzar sus hazañas siniestras con la certeza que ese sistema de leyes y derechos les van a proteger. Violan hasta los más elementales derechos fundamentales de sus víctimas, pero exigen el máximo respeto para ellos y sus causas.
Una segunda controversia se establece a partir de hasta dónde debe llegar la libertad de expresión y cómo esta no debe agredir a los practicantes de credos religiosos o seguidores de ideologías o creencias políticas contrarias a las de quien se manifiesta con una viñeta o una opinión.
Además como una derivación de la segunda propuesta, es necesario determinar si la amenaza encubierta y solapada es suficiente razón para reprimir las opiniones contrarias a algún sistema político o credo ¿Y así por el simple temor debemos agachar la cabeza a la amenaza del extremismo musulmán o de cualquier índole?
Parece necesario que en la actualidad iniciemos una revisión a nuestros sistemas legales y de derechos con una reciprocidad a la injuria o el atentado cometido. Si alguien degüella gente o la fusila en un estado de total indefensión no debería ser tratado con la civilidad que niega a sus víctimas. Si el credo musulmán en alguna de sus vertientes protege tales hechos, entonces que los creyentes de Mahoma definan si viven bajo nuestros parámetros legales en nuestros países o de lo contrario que regresen a sus naciones en donde tales episodios son conformes a la ley. Así de esta manera aclaramos quienes viven bajo nuestras reglas y quienes no, y en ello debemos practicar cero tolerancia.
Pero igualmente es necesario determinar hasta donde es pertinente y apropiada la sátira agresiva, además de examinar a partir de donde el sarcasmo se transforma en hostigamiento y ofensa que desenlaza acciones violentas como los hechos acaecido en París.
¿Tendrá un límite la libertad de expresar críticas, de ironizar leyes y códices o cuestionar modos diferentes de pensar?
En la búsqueda de la tranquilidad y de la tolerancia, considero necesario que estos cuestionamientos se debatan en paneles de organismos multilaterales, de tal manera que se establezcan límites razonables a estas polémicas premisas que he expuesto hoy.