Uno de estos relatos es “Los dinosaurios”, en el que Qfwfq recuerda una existencia pasada como dinosaurio. No se nos dice exactamente en qué dinosaurio se reencarnó Qfwfq, pero debió suceder a finales del Cretácico, ya que vivió la extinción K-Pg… a la que sobrevivió misteriosa y milagrosamente. Sin querer destriparos el cuento, de tan sólo 17 páginas (en la edición de 2007 de Ediciones Siruela, bajo el título Todas las cosmicómicas), Qfwfq toma contacto con los Nuevos, seres que jamás han visto un dinosaurio pero perciben su cercana hegemonía sobre el planeta, envuelta en un atrayente y terrorífico halo legendario, como una amenaza aún latente, una época gloriosa desaparecida para siempre (ya se sabe que “cualquier tiempo pasado fue mejor”) o un secreto deseo de sucumbir a la catarsis. Junto a –y entre- ellos, Qfwfq lucha por buscar su propia identidad al tiempo que trata de integrarse en un mundo que no le corresponde.
Uno de estos relatos es “Los dinosaurios”, en el que Qfwfq recuerda una existencia pasada como dinosaurio. No se nos dice exactamente en qué dinosaurio se reencarnó Qfwfq, pero debió suceder a finales del Cretácico, ya que vivió la extinción K-Pg… a la que sobrevivió misteriosa y milagrosamente. Sin querer destriparos el cuento, de tan sólo 17 páginas (en la edición de 2007 de Ediciones Siruela, bajo el título Todas las cosmicómicas), Qfwfq toma contacto con los Nuevos, seres que jamás han visto un dinosaurio pero perciben su cercana hegemonía sobre el planeta, envuelta en un atrayente y terrorífico halo legendario, como una amenaza aún latente, una época gloriosa desaparecida para siempre (ya se sabe que “cualquier tiempo pasado fue mejor”) o un secreto deseo de sucumbir a la catarsis. Junto a –y entre- ellos, Qfwfq lucha por buscar su propia identidad al tiempo que trata de integrarse en un mundo que no le corresponde.