Soy Babcock, soy Babel, soy uno de los diez que ha leído LOS DOCE, de Justin Cronin.
Y esa forma tan estrafalaria de comenzar hoy se debe a que las criaturas monstruosas que protagonizan el horror de esta trilogía de novelazastienen sus nombres propios.
Ahora bien, llega la segunda parte. Los lectores, enmudecidos, nos preguntamos si aquellos escollos han sido pulidos. Si la trama volverá a ralentizarse o nos sumirá en lugares impredecibles.Oh, Cronin, te construiría un altar si pudiera. Los Doce es un tour de force que conduce a sus protagonistas, muchos y variados, a través de una cruzada por el tiempo en la que sufrirán como si atravesaran el infierno. A quienes ya conocemos, Wolgast, Lila, Grey, Peter, Alicia, Amy... volvemos a encontrarlos en multitud de escenarios y tiempos que se alternan de tal forma que el ritmo de la novela avanza con un dramatismo veloz y contundente. No hay lugar para el aburrimientoni para soltar el libro mientras Cronin cuenta cómo se vivieron los días de expansión del virus, mientras los vampiros mataban a diestro y siniestro y las ciudades caían sin control. Nos cuenta cómo intentaron protegerse, huir, salvar a sus seres queridos. De qué formas distintas se enfrentaba la población al fin del mundo. Entregándose a la protección de la autoridad, o afrontando los últimos días acribillando al enemigo. Paralelamente, acompañamos en el futuro, cuando ya la forma de vida ha cambiado drásticamente, a los supervivientes en su intento por recrear la civilización a pequeña escala. Y vemos más allá, en una generación posterior, cuando nuestros héroes se topan con los cambios de Amy y con la mayor de las abominaciones que el hombre puede cometer. Un episodio que posee ecos escalofriantes en la historia humana y que es mucho peor de lo que puedan hacer los virales.Os aseguro que el avance de esta novela es frenético. Suceden cosas increíbles, impresionantes, dolorosísimas. Ha sido emocionante pero también me he emocionado. Cuánta tristeza, cuántos sacrificios. Es una cadena de acción y pura adrenalina en la que se enlazan pérdida, sacrificio, muerte, desolación. Es todo tremendo. Haría una película extraordinaria. Se vincula perfectamente con la novela anterior y repite visitas a tiempos y personajes que ya conocimos, pero los veremos en situaciones que no habíamos leído, expandidas y entremezcladas con las novedades. El autor imprime un gran movimiento a la trama, cada escenario está inyectado de una fuerte carga de adrenalina, pero sobre el cual los personajes son presentados con una voz profundamente humana y brutalmente dramática. Sabe cómo tocar las fibras sensibles, y luego retorcerlas y machacarlas como un forzudo de feria.A veces se asoma cierto humor negro, o tierno, con el que he sonreído. A veces, es todo tan terrible que me he conmovido. Hay escenas con Amy y Wolgast que son únicas. Y me ha dejado impresionada cierto pasaje referente a un soldado y el grito "Anta al-mas'ul". Se intuye el peligro que acecha hasta en los momentos más bucólicos, lo que contribuye a una atmósfera agorera de tragedia inminente (ese maizal...). Hay muchas líneas abiertas, y algunas de ellas convergen en un glorioso clímax lleno de fuegos artificiales, matanza sangrienta y amor a raudales. Viva Cronin, o parafraseando cierta trama del libro, Cronin vive. Las barreras físicas no eran nada comparadas con las alambradas de la mente. pág. 206Seré la tierra que pisarán tus pies. pág. 286Eres la brasa de vida sobre la que yo soplé, durante mil noches solitarias. pág. 549
Me bautizaré en la sangre de mis enemigos. pág. 633
LOS DOCEJUSTIN CRONINUmbrielTapa flexible con solapas788 págs.Thriller apocalíptico2013Título original:The TwelveRelación calidad/precio:22 pellizcosCaro, pero vale cada céntimoWeb de los librosFb y Twitter
en el maizal.