En toda pirámide jerárquica en la cima esta la toma de decisiones que regirán todo un sistema de gobierno.
En el sistema educativo argentino arriba está el presidente que regirá una política de estado junto con los legisladores, su ministro de educación, una parte más números los directivos docentes, los maestros y profesores y por último el fin de la educación; los alumnos.
... Pero…llega noviembre el mes en que el sistema educativo se vuelve más anárquico, injusto. Un mes donde la lógica y la igualdad de oportunidades quedan renga, un mes en donde la calidad educativa e inclusión viven dando salto mortales.
Muchos directivos se convierten en cómplices de padres extorsionadores. Donde el trabajo del docente comprometido queda rehén de un sistema que solo actúa por la lógica del quilombo.
Me pregunto ¿Cómo hacerles entender a esos papás que aprobar no es aprender? ¿Cómo hacerles entender a los directivos llámese inspectores, directores, y demás que en un dialogo todos tienen que ganar y perder algo.
No es un imperativo que se deba si o si aprobar a un alumnos. Los trabajos en el aula se respetan.
La mayoría de los docentes somos idóneos en el trabajo áulico, comprometidos.
Sin confianza y respeto mutuo nunca llegaremos a un buen puerto, no somos infalibles. Nos equivocamos. Sé que hay docentes que perdieron o no tienen vocación pero la sociedad perdió el respeto por el trabajo digno o acaso el trabajo del docente no es digno.
Visita: http:// www.elarcondeclio.com.ar Visita: www.elarcondeclio.com.ar Daniela Leiva Seisdedos