Revista Espiritualidad

Los duelos: la manera sana de seguir adelante

Por Elbioplanning @bioplanning

Los duelos: la manera sana de seguir adelante

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Todo fin necesita una despedida. Cuando una historia acaba es necesario que la persona pueda decir  adiós por dentro y por fuera para poder seguir adelante. 
Últimamente he estado leyendo algunos actos de psicomagia de Alejandro Jodorowsky que sirven para llevar a cabo los duelos, para cerrar una etapa y estar listo para la siguiente, y reflexionando sobre el tema he recordado muchas cosas de la vida, y del psicoanálisis que me animaron a reflexionar hoy sobre este tema. 

Cada situación en particular tiene proceso, cuando escribí  la entrada sobre el hijo de sustitución y conté la historia de Salvador Dalí, recibí uno de los comentarios por parte de Isabel Ibáñez  de lentes rosasella además de coach es matrona y me contó que cuando un bebe nace sin vida o muere al nacer, en el duelo perinatal se  aconseja a los padres que lo vean, que lo tomen en brazos, lo cambien, le hagan fotos si quieren y que le pongan nombre.
De esta manera el sentimiento de pérdida queda identificado donde tiene que estar, para que tanto la conciencia como el inconsciente tramiten el duelo de manera sana, que este cumpla sus etapas, y que finalmente los padres encuentren la paz.En aquella entrada comenté que Salvador Dalí se llamaba así en honor a su hermano fallecido, esto suele ocurrir más de lo que uno piensa: se trata del hijo de sustitución, el hecho de trasladar las emociones y sentimientos  a un niño que viene después,  son los casos donde el duelo no se ha hecho.Además de la muerte, otras situaciones también requieren su especial proceso: la pérdida de un empleo, una ruptura, incluso un cambio de país o de ciudad. Situaciones que a veces se minimizan y se las pasa de largo pero que también requieren un complejo camino de adaptación emocional. 
Según diferentes teorías las etapas del duelo pueden ser entre tres y cinco, y aunque varían los nombres, básicamente las más conocidas son: 1.Fase de Negación. Negarse a sí mismo o al entorno que ha ocurrido la        pérdida2.Fase de enfado e indiferencia. Euforia o enfado por no poder evitar la pérdida.3.Fase de Negociación. Negociar consigo mismo o con el entorno, entendiendo los pros y contras de la pérdida.4.Fase de Dolor Emocional. Se experimenta tristeza y dolor por la pérdida.5.Fase de Aceptación. Se asume la pérdida, pero jamás se olvida.Saltarse este camino vital  y hacer “como si nada” solo servirá para guardar la carga emocional del acontecimiento traumático en una carpeta de archivos en la cabeza que en algún momento se abrirá sola. Cuando se respeta el proceso de duelo y la persona se permite llorar, las heridas emocionales se van superando y se puede abordar otra historia, como por ejemplo una nueva relación sin vestigios de la anterior. Muchas veces pasa que por no dar el tiempo necesario para procesar la información de la ruptura, las relaciones seriales fracasan una tras otra. Se trata de soltar y dejarlo ir.
En toda situación de duelo llega un momento que hay que soltar, para que ambas partes sigan su curso,  en una relación de pareja es para que los dos continúen saludablemente su vida y en el caso de una muerte para que el alma de quien se fue sea libre de ir a donde tenga que ir, y quien se queda en la tierra pueda encaminar su vida. Escribir una carta de despedida, plantar una planta, visitar una tumba, son recursos que se han ido perdiendo con el tiempo que  pero que sirven para poner el lazo y cerrar una etapa. Se trata de recuperar los que cada uno  crea que le pueden servir para salir adelante. El duelo es sano: llorar, entender la situación y continuar. 

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