Los ecuatorianos respaldan la continuidad de una gestión

Publicado el 18 febrero 2013 por Jrvilar


Hoy, un vecino irá a la primera vuelta de sus elecciones presidenciales y legislativas —incluyendo al Parlamento Andino, decorativo como sus demás similares regionales y subregionales—: Ecuador, el segundo país iberoamericano que tendrá elecciones este año —dos semanas atrás fueron las legislativas en Cuba.¿Por qué “resultado cantado” si hay ocho candidatos que cubren todas las opciones políticas?: el actual Presidente Rafael Correa Delgado por Movimiento Alianza PAIS; Norman Wray Reyes (ex aliado de Correa) por Ruptura 25; el pastor evangélico Nelson Zavala  Avellán del Partido Roldosista del expresidente Abdalá Bucaram Ortiz (imposibilitado de postular); Mauricio Rodas Espinel por Movimiento Sociedad Unida Más Acción (SUMA); el expresidente Lucio Gutiérrez Borbúa por el Partido Sociedad Patriótica 21 de Enero; el banquero Guillermo Lasso Mendoza por Movimiento Creando Oportunidades (CREO); el empresario Álvaro Noboa Pontón —el hombre más rico del país y por quinta vez candidato presidencial— por su Partido Renovador Institucional Acción Nacional (PRIAN) —las iniciales AN en sus inicios significaban “Álvaro Noboa”, prohibido por las leyes electorales del país—, y Alberto Acosta Espinosa (ex presidente de la  Asamblea Nacional Constituyente y ex dirigente de Alianza PAIS) por Unidad Plurinacional de las Izquierdas - Coordinadora Plurinacional de las Izquierdas. La respuesta es doble: primero, porque la Administración Correa Delgado ha sido exitosa económicamente (alto crecimiento y baja inflación) y en el traspaso de esos resultados a la población de bajos recursos y, segundo, porque la disgregación de las candidaturas opositoras sin dudas favorece la reelección presidencial en primera vuelta —de las 14 encuestas publicadas en enero y febrero, en obtuvo la que peores resultados aventaja por 26% a su más cercano, Lasso Mendoza (en la mejor, por 54%).Además, un nuevo período de Correa Delgado aseguraría, en caso de incapacidad permanente del Presidente Chávez Frías, su liderazgo de la ALBA.