La prevención es clave para evitar tumores, ya que la mayor parte de la exposición solar se concentra en los primeros 18 años
Con el objetivo de prevenir los tumores de piel en niños y adolescentes, los pediatras de atención primaria insisten cada verano en la necesidad de usar protección solar. El melanoma representa entre el 2% y el 7% de todos los cánceres y, a pesar de que la tasa de mortalidad desde los años setenta ha aumentado de forma alarmante (un 300%), también ha mejorado su diagnóstico y tratamiento precoz. Sin una detección a tiempo, el pronóstico es fatal. Los especialistas recuerdan, cada año, que las medidas preventivas son imprescindibles.Un problema muy cercano
El melanoma es el más peligroso de los tumores y, si no se trata de manera adecuada, su pronóstico es graveEn la actualidad, los tipos de cáncer más frecuentes entre la población española son los que afectan a la piel. La AEPap y la SEPEAP insisten en la relación causal entre las radiaciones solares y el riesgo de padecer cánceres cutáneos. "Su aparición se relaciona con la exposición a los rayos solares durante largos períodos de tiempo y exposiciones intermitentes e intensas, que causan quemaduras", explica Susana Méndez, pediatra de la AEPap. Los tumores de la piel se dividen en dos tipos: melanomas y tumores no melanomatosos, constituidos por carcinomas espinocelulares y basocelulares. El melanoma es el más peligroso. Si no se trata de manera adecuada, su pronóstico es grave. En España es uno de los cánceres emergentes entre la población de piel blanca. Se ha constatado un incremento más intenso del índice de mortalidad que en el resto de países europeos. El aumento en el número de muertes en la pasada década se acercó al 3% en el caso de los hombres y al 1,8%, en el de las mujeres. España ocupa el decimosexto lugar en orden de frecuencia tumoral para hombres y el décimo para mujeres. En este tipo de cáncer, lo más importante es la prevención. Sobre todo, hay que evitar que los rayos solares dañen la piel de los más jóvenes, puesto que la mayor parte de la exposición solar de una vida se concentra en los primeros 18 años.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo asociados al cáncer de piel son el fototipo, el color de pelo y ojos, la presencia de lunares, los antecedentes familiares y el tiempo de exposición solar. Hay seis fototipos distintos para definir la tendencia de la piel, determinada de forma genética, a la quemadura y al bronceado tras una exposición a la radiación ultravioleta. Estos abarcan desde el fototipo I, que no se broncea nunca y se quema siempre, al IV, que se broncea siempre y jamás se quema. Los fototipos V y VI se corresponden con las pieles más oscuras, casi insensible a los efectos peligrosos del sol. Los fototipos I y II, en consecuencia, registran un mayor riesgo de melanoma. Tener el pelo rubio, y más el pelirrojo, se considera factor de riesgo, igual que sucede con el color de ojos claro y la tendencia a desarrollar pecas. Contar con numerosos lunares (nevus), ya sea por predisposición genética o secundaria a la exposición intermitente durante la infancia, es otro riesgo destacado.Prevención
La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria y la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria recomiendan las siguientes medidas preventivas:- Evitar una exposición solar excesiva y dar ejemplo a los niños con hábitos adecuados.
- Proteger la cabeza, el cuerpo y los ojos: vestir ropa fina que cubra la piel, gorras o sombreros de ala ancha y gafas de sol con filtro UV-A y UV-B.
- Procurar estar a la sombra desde las doce del mediodía hasta las cinco de la tarde.
- Aplicarse siempre crema con factor de protección mínimo de 15, extenderla 30 minutos antes de estar al sol y volver a aplicarla cada 2 o 3 horas, después de sudar mucho o tras bañarse.
- Los menores de seis meses no deben exponerse a la luz solar directa.