Los enemigos están dentro

Publicado el 26 enero 2011 por Njimenez79
"El flamenco tiene los enemigos dentro. Le pasó a Camarón, que no fue comprendido entre los propios flamencos". Lo dice Pablo San Nicasio, que, además de guitarrista de arte, es amigo de los buenos. De los que se entregan siempre. De los que siempre están dispuestos a echarte una mano. Sea la hora que sea, no importa el día que marque el calendario ni el frío que se le meta a uno en los huesos.
Y lo dice en El Mundo. Con un par. En la contra del M2. En una entrevista que firma Cristina Álvarez Cañas, ilustrada con una foto a lo American Beauty, pero con guitarra en vez de tetas y con hojas secas en lugar de pétalos de rosas. Ole mi Pablo.
Entre él y su hermano Germán se llevaron todo el arte. Que viva la madre que los parió –un saludo, pues, para Regina- y a los demás, que nos ondulen con la permanén. Menos mal que tengo la suerte de que los dos son amigos... y que los dos participarán en mi libro: Germán ha hecho las ilustraciones –sencillamente brillantes– y Pablo tocará en la presentación –que, si todo sale según lo previsto, será en Las Ventas, a finales de abril–.
Mientras voy deleitándome con el momento en cuestión –me estoy poniendo tan ancha que ya he engordado un par de kilos–, me rebozo en mi fortuna solazándome con uno de los cantaores que Pablo menciona en su entrevista: Miguel Poveda. Dice que es lo más y si lo dice él, que sabe, me reafirmo yo, que no tengo ni idea, pero escucho con las entrañas y noto cómo se me sale el corazón por la boca con temas como éste.

Sí, sí. Ya sé que es copla. Ya sé que a los puristas les va más el Miguel Poveda flamenco.

Pero vuelvo al inicio: "El flamenco tiene los enemigos dentro". Y me da por pensar que el toreo también. Falta pureza. Lo hablaba hoy con Germán, que ya anda dedicando ejemplares de su nuevo libro, Diario de un escritor delgado.
 
Yo ya lo tengo entre mis manos y estoy deseando devorarlo. A la presentación (martes 15 de febrero, 19.30 horas, FNAC Callao) llegaré con los deberes hechos, la lección bien aprendida y unas cuantas citas en la moleskine. Os avanzo una: "Cada día que uno deja sin escribir es un tablón que le falta a ese puente colgante que viene a ser un diario íntimo".