Durante más de 40 años, los dos transportadores gemelos"crawler" han recorrido la pista de grave del Centro Espacial Kennedy de la NASA viajando desde el enorme edificio de ensamblaje de vehículos y las dos plataformas de lanzamiento del Complejo de Lanzamiento 39.
Estas bestias gigantescas transportaron por primera vez los enormes cohetes Saturno V con destino a la Luna, y después todos los transbordadores espaciales en la última en la Tierra antes de partir hacia el espacio.
La tecnología utilizada para construir los enormes y fiables crawlers capaces de realizar estas hercúleas tareas esta fuertemente arraigada en una región en que las máquinas gigantes excavan y extraen carbón.
Esta tecnología ayudó a la compañía Marion Shovel de Marion de Marion, Ohio, a ganar el contrato para construir estas gigantescas máquinas transportarían a los cohetes lunares Saturno V hasta su rampa de lanzamiento junto al mar.
Philip Koehring ha pasado su vida trabajando para empresas que construyen estos gigantes mecánicos, y en la década de 1960, gran parte de la carga para la adaptación de estos conocimientos de ingeniería a las necesidades de la NASA recayó sobre sus hombros.
"Esta fue una máquina construida para durar", declaró Phil Koehring, hijo del diseñador de ingeniería de los crawlers", en el 40 aniversario de este vehículo. "Hubo una gran cantidad de detractores de este programa durante los primeros días, y todo lo que puedo decir es: ¡Lo hemos demostrado!"
Adaptar esta robusta tecnología a las necesidades de la era espacial ha comportado muchos desafíos. Como con cualquier gran empresa que es pionera en su clase, el proyecto presentó algunos problemas en su desarrollo.
Después de una prueba en julio 1965 en el Centro Espacial Kennedy, se encontraron piezas de bronce y acero en la pista de transporte de los crawler. Se determinó que los rodamientos de soporte (del tamaño de latas de jugo de naranja congelado) no podían soportar las cargas ejercidas durante los giros.
Koehring recordó el regreso de su padre de ese viaje a la Florida. "Recuerdo que al volver de una noche de un viaje llevaba un pequeño bolso de lona de pedazos de rodamientos. Recuerdo sostener algunos en la mano. No es un momento muy feliz."
Los problemas fueron reemplazados con orgullo al entrar los dos crawlers en servicio, pero es dudoso que los diseñadores de los crawlers nunca podrían haber imaginado su creación todavía estaría moviendo los vehículos de lanzamiento en el siglo XXI mientras el programa del transbordador espacial llega a su fin.
"Cuando se construyó el crawler, se sobredimensionó, y esto es algo muy bueno puesto que ha sido capaz de aguantar todos estos años. Creo que es una gran máquina que podría durar otros 50 años si fuera necesario," comenta Bob Myers, que ejerce como ingeniero de sistemas para el crawler hoy en día.
A pesar de que Myers comenzó a trabajar en el crawler en 1983, su capacidad aún le sorprende. "Es capaz de mover un transbordador y la plataforma de lanzamiento móvil. Estamos hablando de cerca de unas 5000 toneladas, el vehículo mismo pesa más de 3000. Hay Tienes unas 8000 toneladas rodando por la pista."
La naturaleza crítica de la pista de rodadura no es algo que pase inadvertido para el director del Crawler Ray Trapp. "Es probable que además del lanzamiento y el aterrizaje, uno de los momentos más críticos para el vehículo es el viaje desde el edificio VAB y la rampa de lanzamiento", explica Trapp.
"No existe protección contra la intemperie, no hay protección contra rayos, así que es muy importante que todos nuestros sistemas funcionen correctamente y con seguridad desde el momento en que dejamos la seguridad del edificio de ensamblaje del vehículo hasta llegar a la plataforma de lanzamiento.
"Durante las que seis horas, más o menos que estamos en la pista, es responsabilidad de mi equipo y el crawler conseguir que el vehículo llegue a la plataforma, son momentos críticos."
Así que con todo ese peso en movimiento, ¿qué se siente el conducir un crawler? "Una de las cosas importantes del manejo del crawler es que hay que planificar todo con anticipación, porque obviamente que no se convierta en una moneda de diez centavos", afirma Trapp. "Así que hay que concentrarse y pensar con anticipación sobre lugar a dónde vamos con uno, dos o tres minutos antes."
"El crawler es como una locomotora. Es diesel-eléctrico. Hay dos motores diesel, que producen corriente continua - que es lo que nos hace mover", explica.
"el giro y la elevación, el chasis y el lanzador móvil, todo es hidráulico. Todo eso está básicamente dirigido por cables, por lo que existe un volante en la cabina."
"El volante es del tamaño de un piloto de karts", añade Myers, "pero estos volantes gobiernan grandes cilindros."
que es capaz de mover los futuros vehículos de lanzamiento."
Y aunque no viajen más transbordadores al espacio, los crawlers serán capaces de mover los futuros vehículos de lanzamiento.
"Cuando termine el programa del transbordador va a ser un día realmente triste para nosotros, sin ninguna duda. El crawler ha funcionado en el programa Apolo y del transbordador durante bastante tiempo. Nos gustaría que se encargase de otro programa ", señala Myers.
"El crawler está preparado. Puede cargar cualquier cosa que le pongas."
Fuente original