Máquina para envases retornables
El Gobierno prevé que la nueva norma, que está en trámite parlamentario, se apruebe en verano. Los consumidores pagarán un tanto por cada botella, lata y brik, y lo recuperarán al devolverlos.
Ya no se trata de que pague el que contamina. Ahora también pagará quien no ponga todas las herramientas a su alcance para evitar la contaminación. O más claro: quienes propicien el aumento de basuras o no faciliten el reciclado. El problema de los residuos domésticos en España, especialmente el de los plásticos, ha llegado a unos niveles preocupantes y empieza a ser precisa cierta mano dura, anuncia el Gobierno. Producimos demasiada basura y aún no separamos, ni reutilizamos, ni reciclamos como sería recomendable.
Volveríamos a recuperar hábitos como el tradicional sistema en el que el tendero reembolsaba parte del coste de las botellas de cristal a quienes les devolvían los cascos vacíos (aún esta en nuestra memoria esa acción).
El Gobierno estudia la posibilidad de reinstaurar el método y ampliarlo, en una primera fase, a todos los envases de bebidas, es decir, botellas de vidrio, latas, briks y plástico PET (el reciclable tereftalato de polietileno).
El sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) funciona ya en Alemania, Holanda y otros seis países europeos, donde estos embalajes son gravados con una tasa, que luego el consumidor recupera cuando los deposita en una máquina o bien los retorna en un comercio.
Los ecologistas proponen que, en España, el importe devuelto sea de 0,25 euros.
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