Esta noticia me puede. Refleja el impresionante egoísmo y victimismo que irradian determinados sectores profesionales. Hablamos del colectivo de españoles más quejicas y con más días de vacaciones en todo el año. Gente que luego te la encuentras por la calle y tiene el inmenso morro de quejarse sobre su «sufrida» situación laboral. Gente que se pilla todos los puentes y acueductos posibles, a costa del dinero de todos. Con la que está cayendo se les pide un poco de esfuerzo y la montan contra los más pequeños de la casa, dejando claro que lo suyo es medir cada hora de trabajo cuando millones de españoles suspirarían ahora mismo por hacer horas extras gratis a cambio de una nómina. Ojo, no son todos, pero son demasiados lo que miran para otro lado. A esto hemos llegado. Unos con todo y otros en el lodo.
Afortunadamente, hay esperanza.
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