Si los españoles de estas generaciones no conseguimos forzar a nuestros políticos a que adelgacen el Estado y eliminen la legión de ineptos y parásitos que tienen ocupado el Estado, haciéndolo incosteable, inviable e indecente, pasaremos a la Historia como una triste y despreciable manada de cobardes.
Los mercados lo están exigiendo y en los centros de poder de todo el mundo se sabe que el gran problema de España es su clase política, clientelar, arrogante, atrincherada en el poder, alejada del pueblo y ajena a la democracia, que está extrangulando al país con sus privilegios y que pesa sobre la economíac como unainsoportable losa de plomo. Pero Rajoy, un pusilánime sin brio ni agallas, no se atreve a afrontar el problema y, como consecuencia, la prima de riesgo sube, la bolsa baja y los mercados siguen desconfiando de una España que es inviable por culpa de sus políticos.
El problema tiene que ser resuelto por los ciudadanos, que tenemos que salir a las calles a exigir a la "casta" que sea decente y digna, que deje de hundir al país, que nos permita salir a flote, que deje de robar, que devuelva a los ciudadanos el papel de protagonism oque le corresponde en democraica,
El espectáculo de un Zapatero agazapado como una gallina en el Consejo de Estado, esperando a que España olvide que fue él quien causó los actuales estragos, sin que nadie le reclame nada, ni le afee su sucio comportamiento, es delznable, como también lo es el de un Divar, presidente del Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, que se niega a dimitir a pesar de que abusó de su cargo y gastó de manera indecente e inmoral el dinero de todos. Pero el espectáculo más bochornoso de todos, el que provoca la desconfianza masiva de los mecados y la seguridad de que España carece de futuro es el de los miles de sinvergüenzas y chorizos reclutados entre politicos y sindicalistas, que han arruinado las cajas de ahorros españolas, muchos de los cuales siguen sentados en los consejos de administración de esas entidades saqueadas, sin que nadie les pida cuentas ni les obligue a devolver lo robado.
Pensa que Rajoy, capitán de la cobardía y del miedo, será capaz de limpiar el corral de zorros y serpientes es ta ridículo y estúpido como creer que los mismos que nos han llevado hasta la ruina van a salvarnos del desastre.
El pueblo es el único que puede solucionar el drama de España, enseñando los dientes, metiendole el miedo en el cuerpo a los canallas y haciéndoles ver que la única solución del país pasa por adecentar el Estado, el liderazgo, lapolítica y la vida pública, lo que significa adelgazar el Estado y elegir como representantes y líderes a pesonas de probada decencia, de valores, no a los amigos del partido o a los dirigentes de las mafias del poder.