Los estados sentimentales. Cuando él es más joven (por Aranntxa)

Publicado el 02 febrero 2012 por Imperfectas
No pensaba escribir un post sobre mujeres que quieren a un hombre (más) joven, no al menos en este turno de post. Pero se me encendió la bombilla con el post de Ana, donde nos hacía escoger entre el moreno, Clooney, y el rubio, Pitt. Resulta que a mi no me gustan los rubios, aunque Ryan Gosling, el prota de “Drive”, me ha reconciliado en cierta manera con el colectivo. Y cuando el otro día leí que tiene 31 años pensé al instante ¡que crío! (yo tengo 36). Bueno, pues este estupendo actor sale con otra guapa actriz, Eva Mendes, a la sazón casi siete años mayor que su chico y en su pasado sentimental figuran historias con otras guapas de Hollywood, con un denominador común: todas han nacido antes que él. Parece que para el bueno de Ryan la madurez en la mujer es un valor, un incentivo, y no lo contrario.
Lo cierto es que hubo una época en la que sí me gustaron los rubios (al menos uno) y era mayor que mi pareja. Estuve cuatro años con un chico tres años menor que yo, de pelo trigueño, y aunque la gente de mi edad era respetuosa, también topé con prejuicios, y tuve que soportar comentarios y actitudes que me hacían daño. Recuerdo perfectamente la ocasión en que una conocida me llamó “asaltacunas” o el pudor terrible que me daba confesar la diferencia de edad que había entre nosotros. Puede que en aquel momento tres años fueran muchos, y ahora quizás la diferencia no se notara tanto, pero lo cierto es que, tras aquella experiencia, perdí completamente el interés por los hombres más jóvenes. Quererle a uno me haría sentir mayor (que no es lo mismo que serlo) y de seguro le juzgaría inmaduro e inexperto. Pero esa soy yo. No el caso de muchas mujeres que construyen parejas sólidas con hombres más jóvenes.
Y es por una cuestión de respeto a las elecciones personales, a la vida de los otros, de las otras, en este caso, por lo que me molesta la dureza con la que se habla de las mujeres que tienen por pareja a un hombre de menor edad. O lo poco que se confía en el futuro de estas historias, “pero si está con un chaval, ya verás como duran dos telediarios”, me comentaban el otro día a propósito de una excompañera de trabajo (ni ella tan mayor ni él tan chaval).
No entiendo que esté normalizado que en una pareja él sea 10 años mayor que ella, pero si ocurre al revés todavía sea motivo de cierto escándalo, o de crítica, o de comentarios insidiosos en ocasiones. Y en muchas ocasiones son las propias féminas las que apedrean a sus congéneres por esta razón.
Puede que me digáis que eso era antes. Pero aunque todo el mundo presuma de absoluta tolerancia en ciertos temas, los prejuicios no se volatilizan por arte de magia. Si os metéis en cualquier buscador en los foros de pareja es motivo de consulta “Mi novio es más joven que yo” o “Me he enamorado de una mujer más mayor”, pero nunca cuando la situación es a la inversa. Esos podrían ser titulares de un reportaje para una revista femenina mensual de las que soy lectora voraz, aunque cada vez más crítica y menos devota. Pero el hecho contrario no merecería ni mención alguna
El amor no tiene edad, reza el dicho. Que cada pareja viva su historia, única, íntima y personal, a su manera.