Los estertores de la muerte

Por L

 Pearl Jam – Riot Act
30 de junio, 2000 – Festival Roskilde, Dinamarca
Mientras la banda ejecutaba su show, la adrenalina y diversos efectos secundarios propios de un recital empezaron a sembrar en el publico el ya sabido por todos éxtasis, hasta que las líneas traseras de asistentes empezaron a avanzar hacia adelante, aplastando con ello al publico ubicado en las pocisiones de vanguardia, todo esto ocurría frente a los ojos estupefactos de Pearl Jam que de diversas maneras llamo a la calma, sin embargo el suceso solo podía terminar mal, como mirando el pintar de un cuadro dantesco, solo les quedo el puesto de espectadores ante la muerte de nueve fanáticos que estaban entre el tumulto, mientras se les iba la vida aplastados.

ya se podía dar por concluido el ascenso a la madurez total como grupo de rock a estos muchachos observadores de la nebulosa reloj de arena, sin embargo luego de haber iniciado su gira para la promoción de su sexto disco, se les vino encima ese accidente que por poco termina de hacer naufragar para siempre al tambaleante Pearl Jam. De hecho por algunos instantes se consideraron directamente responsables de la tragedia, situación que por poco los lleva a la disolución. Lo aliviante es que todo se dilucidó mas tarde, conviniendo que la culpa debía guardarse en otro saco, digamos la negligencia de los organizadores del evento, que no tenian todos los medios de seguridad necesarios para la magnitud del festival. No obstante esta tragedia, no seria un hecho aislado en el proceso de creación de Riot Act. Es sabido por todos que cuando la señora facinerosa quiere marcar a alguien lo logra, vendría luego el 11 de septiembre del 2001 (los 11/09 tienen una marcada desventura en si) y de paso el aprovechamiento del presidente de cierto país, para torcer la situación e invadir tierras orientales (este será otro ingrediente que entintara de activismo las composiciones) y como tercer precedente podríamos mencionar el deceso por sobredosis Layne Stayley, vocalista de Alice in Chains y una de las piedras angulares de TODA esa institución que se volvió en sus días el   grunge  ,sellando un ya inevitable sentir de mentiroso final para sus congeneracionales, lo cual no deja de incitar cierto eco de pesadumbre.
Como se notara, el album en cuestión bebe de esos elementos; el luto por un lado (Arc) ,el silencio de las perdidas y el activismo anti- Bush (Bushleager), coloraciones que se entremezclan en Riot Act, bailando y conduciendo por sus diferentes matices, desde una electrificación cercana al punk-modernizado, ejemplificando crudeza (You are) o a la reverberación acústica para representar la búsqueda personal (Thumbing my way) , mas no se reduce a eso, tenemos al final ese eterno escrutar con la palabra mas desgastada del mundo, esa a la que hacían referencia los Beatles en The word, y si no estoy en lo cierto fíjense en la letra de Love Boat Captain, guarda mucho de todo lo que necesitas es………….? Dejando abierta la interrogante.
Para resumir lo único que puede barajar un significado claro con los múltiples y transversales ejes que atraviesan de norte a sur Riot Act, es la eterna redención que buscan (mos) en todas las fuentes citadas. Hay mucho de todo, pero el TODO esta muy metido en esa palabra encriptada. ¿Complicado? Tal vez pero la banda logra explicarse mucho mejor por medio de la música, que es lo relevante
Se abre el playlist con Can’t Keep, no me parece un mal inicio aunque si mas tibio de lo habitual, acostumbrados ya a la instantánea atención que logra el grupo con sus discos desde elprimer minuto , se siente una canción atiborrada, de hecho las primeras partes, se asemejan al sonido neo-sicodélico usado por Oasis en el SOTSOG , ese espejismo desaparece una vez Vedder entra con toda su forma y lo retorna a un track netamente Pearl Jam.
Siguiendo la línea preestablecida Save you, si que se mueve en otro espectro, plagada de urgencia y una especie de tensión densa, logra acelerar tanto como invadir de surcos de adrenalina el metraje, me hace recordar que en definitiva PJ tiene raíces hardrockeras, mas eso por ratos hace olvidarse de esa total visión punk que despliegan muchas veces, u relegamos Vs. ya?
Y ya en un tercer escaño encontramos una pieza distintiva, Love Boat Captain ,aparte de su mensaje plenamente redentor y que pueda sonar poco honesto de no ser porque quien canta se gano la suficiente credibilidad durante su carrera como para poner en duda el mensaje ( ¿ recuerdan lo que les decía de esa palabra?), tenemos una variable sónica muy presente , una especie de acolchado por un teclado , que recubre el tema de un muro de sonido muy suaveque de alguna manera amortigua todavía mas las palabras de Eddie, este ultimo efecto obra del miembro no oficial de la banda Keneth Gaspar, nunca olvidando innovar por lo visto, o al menos probar.
Cropduster, resulta pedregosa y aspera, de todos modos el recado no se pierde, esa especie de universalidad que inculcan siempre, en que formas parte de un ecosistema así como el ecosistema gigante es parte tuya, la individualidad no vale, en pos de la dualidad en que nos movemos. Lo otro es que el tema sale acreditado a Cameron y Eddie, traducido a la anhelada estabilidad de los bateros que se ve por fin normalizada tanto así como para incluir sus colaboraciones. Un par de brazos mas a la fuerza creativa.
Llega Ghost, con sus halos, me gusta la entonación que le da Vedder a la letra, se mimetizan perfecto de hecho generan esa vibra de escape-liberación que representa, y si de libertades de trata I am mine, no puede ser mas acertada como continuación. Desde esos bonitos acordes iniciales acompañados por el sutil trabajo de batería enganchan con su magia, porque ese ¡yo soy mio!, es todo lo contrario a lo egoísta que pueda parecer, habla de la libertad individual no del egoísmo, y suena sincero, aparte musicalmente es impecable se vuelve un plato fuerte dentro de la variedad de “este acto de desorden”. Desde el solo al 03:12 a las líricas donde dice “La luna llena busca amigos en la alta marea. La pena crece cuando es negada. Solo conozco mi mente” Una de las mejores canciones de todo su catalogo definitivamente.
Thumbing my way, se recrea en la desnudez acústica, lo cual hace crecer mucho su contenido, el ser un viajero y retornar haciendodedo por la carretera, no hay mas arreglo que lo famélico de las cuerdas y la voz profunda del vocalista, y no se necesita mas para darle toda la dimensión que necesita al contrario de You are, que es evidentemente una variación tecnologizada, me recuerda al efecto producido por la guitarra de Tom Morello , quien por ese entonces militaba en el naciente Audioslave, para Get right retoma algoparecido, aunque mas suavizado y dulcificado por ingredientes vocales, como por el uso de menos experimentación deshuesada en la técnica de la guitarra y si unhacer mas clásico hardrockero.
Las cosas se suavizan notablemente con Green Disease y Help help, la primera notablemente melódica y un prototipo de single no terminado y la segunda de unas percusiones profundas que parecen emular el paso de un titan, me quedo con la letra de la segunda cuando recita “El hombre al que llaman mi enemigo, he visto sus ojos se parece a mi”
Ya entrando en terrenos finales Bu$hleaguer, suelta toda la artillería lírica contra ese despreciable presidente de USA, me gusta de sobremanera la apertura con un Vedder recitando, y esa pared de distorsión bizarra al fondo, pero es en este trecho cuando tiene acto de precensia 1/2 full, y que gran baterista es Cameron, el trabajo desplegado en este álbum es notable le da una textura diferente al tandem total, redimensionándolo, quizás volviéndolo mas plano, pero definitivamente mas condensado. Como un sentido réquiem Arc, un experimento vocal que pese a no ser una forma convencional logra erizar los pelos con total justificación, ya casi apagando las luces, de no ser porque el telón lo cierra la sobria y elegante All or none, con teclados, así como guitarras acústicas y electrificaciones precisas, mas un solo al 03:30 realmente notable, que hacen querer que no se acabe, sin considerar que ya han pasado por los oídos quince temas… Todo o nada? Parece que ellos prefirieron la primera opción.
Serán muchas canciones, todas no despegaran, pero es que con tanta inspiración resumida en un disco es difícil conservar estable en todo momento el equilibrio acústico, de todas maneras es imposible bajarle el dedo a PJ y en esta sin duda aprueban, aunque con menos facilidad que en el ejercicio anterior, de no ser porque el código sigue siendo tan claro como siempre… grandes canciones, un blanco al que ametrallar y también caídos por quienes hacerlo.