Los estrenos que vienen [11 NOV]

Publicado el 07 noviembre 2011 por El Ninho Naranja @NinhoNaranja

La próxima semana es una jornada corta de estrenos, primordialmente en una faceta cómica de cine palomitero, con algunas excepciones. Es además una sesión de cambios de registros, de experimentos y primeras experiencias. Pero tiene cosas rescatables. Curiosamente, tiene más cosas interesantes que desechables, a pesar de contar con títulos que tendrán poco tirón y mucha menos repercusión. Seguro.

‘5  metros cuadrados’ viene avalada por el Festival de Cine de Málaga, que salvo contadas ocasiones, suele tener muy buen criterio a la hora de premiar y encumbrar títulos. Aunque nos cueste reconocerlo, Fernando Tejero en esta acierta. Da en el clavo con la justa medida de su yo interior que cuando aflora en sus personajes demasiado los descuajaringa para desesperación del respetable. Es uno de esos actores que da “una de cal y otra de arena”. En esta da de la buena y forma pareja (habitual ya) con Malena Alterio, que se acomoda con aptitud en los papeles secundarios por mucho que su nombre salga de los primeros en los títulos de crédito. Max Lemcke da un giro hacia el drama, sin dejar de lado el puntito cómico que explotara con mayor o menor acierto en ‘Casual day’, y nos ofrece su mejor trabajo hasta el momento. Increpador de conciencias post-modernas, con desarrollos siempre relacionados con nuestra convulsa sociedad actual (machismo, trabajo, crisis…), el director trata de huir del pesimismo efímero que recorre la película con ciertas gotas de humor negro que facilitan el visionado.

El fin de semana continúa por los derroteros del humor, con dos experiencias muy distintas. Dos maneras diferentes de hacer comedia. A la americana, nos llega ’30 minutos o menos’, una bank movie (o sea, una de esas de robos de bancos y plan que hace aguas por todas partes) que nos presenta a Mark Zuckerberg Nick, un pizzero descarriado y holgazán que se verá envuelto en una trama, estúpida y rocambolesca para atracar un banco, del que se ve obligado a participar dado que le han encasquetado un bomba al cuerpo y una hora fija para perpetrar el robo. Descartable, aunque sinceramente no es de lo peor que nos arrojan los yanquis con etiqueta de comedia (y no me miren así, que muchos de ustedes se rieron a carcajadas con ‘Resacón en Las Vegas y yo no les he tirado piedras por ello).

‘La guerra de los botones’ es una tierna y bien conducida comedia infantil, que supone un giro en la trayectoria de su director (autor de ‘Los chicos del coro’) que se aleja así del drama para adentrarse en un bonito cuento con el estigma de la II Guerra Mundial como telón de fondo. Simpática, bien guionizada, mejor interpretada, por un elenco de pequeños Rascals afrancesados. Un humor distinto, fino y armonioso, basado en la candidez de los muchachos frente a la seriedad del momento que los rodea.

Probablemente, lo más interesante de la próxima jornada de estrenos sea ‘Anonymous’ (es que nadie ha pensado en las connotaciones cibernáuticas del título, por favor?), una fábula que también supone un giro de tuerca en la filmografía de su director, un Roland Emmerich que ha dejado de lado los extraterrestres y las catástrofes mundiales, para darle un pellizco de credibilidad al argumento historicista que propugna alegremente que Shakespeare (efectivamente, William, el de “ser o no ser”) no fue el verdadero autor de su obra. Ahí es nada. Cargarse de un plumazo al escritor más estudiado y representado de la historia (con permiso de nuestro paisano Cervantes). En sí el argumento, no encierra más que una excusa para mostrarnos una nueva película de época, sólo que aportándole la grandiosidad de los efectos especiales a la por otro lado, acertadísima composición visual que ha elaborado el director sobre esta historia. Imaginaos a ‘Shakespeare in love’ con el efectismo gráfico de ‘El día de mañana’. Pero quitarle a Joseph Fiennes. Gracias.

Si lo vuestro son los peques, hijos o sobrinos os arrastrarán al cine para ver las aventuras del delfín Winter. Encima, está basada en hechos reales. ¿Para qué queremos más? Vosotros mismos.

La cartelera la cerrará ‘London Boulevard’, ópera prima de William Monahan, tal vez, mejor guionista que director, que ha sabido adaptar bastante bien la novela homónima de Ken Bruen (que Chisco se ha leído y recomienda como entretenimiento vacacional) aunque tal vez no haya sabido imprimir de un verdadero carácter cinematográfico propio. Bebiendo de los regueros fílmicos dejados por ‘Snatch’ o ‘Trainspotting’ o más bien, por la filosofía de sus creadores, este thriller londinense tiene en su reparto el aspecto más flojo de su metraje. Collin Farrell, que mejora su media pero no da para nota y una insípida Keira Nightley son los protagonistas en una historia cuyo recorrido visual se deja ver y en la que los villanos y secundarios tienen mucho más que aportar que sus primeras estrellas.

Decidir vosotros, que sois libres como el viento.