Cuando se dan cita pocos estrenos y de alta calidad, la semana parece propicia para darse un paseo por las salas de cine, si es que esto del séptimo arte es lo que os encandila el alma. Este fin de semana se dan cita en las carteleras Tim Burton y David Cronenberg, como dos trenes enfrentados a ver quien consigue mejor ranking de taquilla. Pero eso no es todo. J.A. Bayona se cuela a la chita callando y con su segunda película en un trono deparado únicamente para los grandes directores: superproducción y Warner. Por si no es suficiente, también hay NAZIS! Pero eso es en otra película y os lo contamos luego…
Burton ha llevado al cine, un corto que realizó hace casi treinta años, en los albores de una carrera que a la postre ha sido creativa y exitosa hasta el extremo. Como un homenaje a sí mismo, hace este giro de sacar a la luz una historia de sus comienzos y embelesar a cuantos aún no sean fans de su hiperbólicamente oscura filmografía, para que todo vuelva a su ser, un director inagotable y sorprendente (asistido por un gran equipo técnico, tal vez, si) que cuando empieza a dar muestras de flaqueza (‘Charlie y la fábrica de chocolate’, ‘Alicia en el país de las maravillas’) saca de la chistera un esfuerzo vitalista y honesto, que ofrece un espectáculo entrañable y magistral, en cuanto a producción visual se refiere. Como siempre, eso nunca falla. ‘Frankenweenie’ es un cuento infantil que se desdibuja en manos de Burton como una oda al lado oscuro de nuestra imaginación, siempre salvaje pero curioso.
David Cronenberg por su parte, despliega toda su milimétrica disección de personajes y su perfecto uso de la técnica narrativa en cine, un pulso constante al ritmo asonante que le marca al espectador y que ejecuta con brillante maestría. Nunca supe entender su cine cuando títulos como ‘Crash’ se colgaban de las carteleras, pero sus últimos títulos, son dignos únicamente de un gran cineasta. ‘Spider’, su idilio cinematográfico con Viggo Mortensen (tres películas memorables) y esta última, ‘Cosmopolis’ nutren una cinematografía feroz y mordaz, pero pausada y fría, distanciada del personaje pero contundente en su mensaje. Todo ello, a pesar de haber contado con nuestro odiado poco querido Robert Pattinson para el papel principal, donde a pesar de sus aparentes limitaciones interpretativas, ha sabido sacarle el jugo para ofrecerle el papel de su vida. Un lugar donde le vienen bien sus miradas inexpresivas y petulantes, sin necesidad de ser un vampiro insípido.
En papeles secundarios, Paul Giamatti y Juliette Binoche, tal vez de lo más destacado a nivel interpretativo, resultan sólidas representaciones de los personajes adaptados de la novela de Don DeLillo.
‘Bypass’ es la aportación cómica y vasca a la cartelera, no resonante por la focalización geográfica, sino por la aparente nutrida estela de estrenos que nos vienen de tierras euskaldunas. Facilón trance de comedieta patria que tiene en Gorka Otxoa y su refinado estilo pagafantas, su máximo aliciente. Hace tiempo, intentaron fórmulas similares, actores de más pelaje (Ernesto Alterio por ejemplo, en ‘Semen’) y la cosa no pasó a mayores.
También sacándole la vis cómica a los estrenos, ‘Iron sky’ pone de manifiesto una teoría que mantengo acerca de la narrativa de ficción, ya sea aplicable en novela o en cine. Si no sabes cómo acabar una historia, “échale la culpa a los nazis”. En esta coproducción germana, finlandesa y australiana (fíjate tú el coste de desplazamientos para movilizar a toda esa gente por dos continentes) la cosa la hacen al revés, antes de tener algo que contar, ya han sacado a relucir a los nazis y luego, que salga el sol por Antequera. Su taquillazo en internet (el trailer lo han visto 25 millones de personas) podría de lo más divertido o de lo más burdo, pero se perfila como una vuelta de tuerca razonable al cine de invasiones extraterrestres. Para divertimento del personal y oscurecimiento del semblante de Michael Bay y Jerry Bruckheimer. “Porqué no se nos ha ocurrido a nosotros? Ovnis y Nazis. CLARO!!!”
Nos dejamos para el final, pero no por ser menos importante, ‘Lo imposible’ primer largo fuera de nuestras fronteras de J.A. Bayona, aquí conocido como el tipo que ‘El orfanato’ y poco más… Particularmente su primera película me dejó un poco frío, al pairo de los mejores títulos obtenidos tiempo atrás por Jaume Balagueró y en medio de esa nueva ola de cine de terror para todos los públicos que intentamos racionalizar en nuestra cinematografía. Pero lo cierto es que me causa más respeto que expectación, verle conduciendo el volante de una gran superproducción a las primeras de cambio y con un proyecto tan ambicioso como espectacular. El principio del metraje es eso, espectacularidad sonora y visual. A partir de ahí, el cine de supervivencia y los retos de evitar los clichés, dejan paso a una turbadora historia narrada desde la distancia de los hechos pero con el suelo mojado todavía, tras retirarse las aguas. Un salto cualitativo como el que esperaba a Fresnadillo tras su genial ‘Intacto’ y que le llevo a proyectos extranjeros o el que le prometían a Rodrigo Cortés en las américas, tras reconocer su virtud en ‘El corredor nocturno’. En el reparto, Ewan McGregor y Naomi Watts.
Promete, veremos a ver hasta donde la mete.