Las Avispas Negras son un cuerpo de tropas especiales creado en agosto de 1963 por iniciativa del propio Fidel Castro. Visten traje de camuflaje, una boina roja y el escudo de una avispa negra con el aguijón listo para atacar, en el brazo. El propio Fidel, que los mima y los colma de regalos, afirma que están mejor entrenados que los marines y otros cuerpos de élite de Estados Unidos. Las avispas demostraron su eficacia en la guerra de Angola, cuando ayudaron al comunista Movimiento Popular para la LIberación de Angola (MPLA) y se enfrentaron con éxito a tropas de la guerrilla anticomunista angoleña, sudafricanas y congoleñas.
Las acusaciones son cada día mas contundentes: los militares cubanos en Venezuela, dirigidos por oficiales de inteligencia también cubanos, se infiltran en los cuerpos paramilitares de Maduro y, con el rostro cubierto con máscaras, golpean y reprimen con dureza especial las manifestaciones de protesta de estudiantes venezolanos. Es tan impopular todo lo que huela a cubano en la Venezuela actual que esa "invasión" constituye hoy el punto mas débil del régimen chavista y la grieta por la que Maduro podría perder el poder.
Esa invasión cubana de Venezuela no tiene otro objetivo que derrotar a la oposición y apuntalar el sistema chavista, que en manos de Maduro se está tornando torpe y decadente. Para Cuba, que recibe diariamente miles de barriles de petroleo gratis, mantener el control de Venezuela es vital, no solo para mantener viva su exigua y empobrecida economía, sino también para ejercer, a través de Venezuela, una importante influencia sobre otros paises latinoamericanos, como Ecuador, Bolivia, Nicaragua y otros.
Las luchas y sacrificios de los jóvenes venezolanos por un sistema mas libre y justo tienen un alcance internacional e influyen mas allá de las propias fronteras venezolanas, prácticamente en todo el continente. Enfrentarse al gobierno de Maduro es plantar cara a la influencia de Cuba en América Latina y, además, en la propia isla de Cuba, donde el régimen difícilmente se mantendría en pie sin las ayudas económicas procedentes de la rica Venezuela.
Cuba sabe hacer como nadie en el mundo un buen trabajo represivo. Los hermanos Castro han demostrado durante años que saben asustar y someter a todo su pueblo, infiltrado por los servicios de inteligencia, por chivatos al servicio del régimen y defendido por unas fuerzas armadas que son, probablemente, las mejor entrenadas de toda América Latina. Esa técnicas represivas y de control de la población, hábiles en aplastar, física y moralmente, todo atisbo de oposición al régimen, están siendo exportadas a Venezuela, según múltiples denuncias mediáticas y de expertos observadores y analistas.
Pero Cuba no solo exporta técnicas represivas. También exporta ideas políticas y económicas contrarias a la libertad y a la democracia que esclavizan a los pueblos y los convierte en masasdepauperadas y asustadas ante el omnipresente poder del Estado.
La lucha de los venezolanos contra ese sistema y esa maquinaria, si llegara a triunfar, sería digna de esperanza y agradecimiento en todo el continente, que podrá emprender su ruta hacia la libertad y el progreso por otros caminos que no conduzcan a la esclavitud y a la pobreza.