El informe se basa en los resultados de unas 33.000 muestras recogidas en 26 países europeos entre 1995 y 2010. Los niveles de dioxinas y PCB similares a las dioxinas, y los de PCB no-similares a las dioxinas estaban por encima de los niveles máximos permitidos en un 10% y un 3% de las muestras de alimentos, respectivamente y en algo más del 2% en el caso de muestras de piensos.
Los mayores niveles de contaminación se registraron en la carne de anguila y en el hígado de pescado y productos derivados. La carne de ovino tuvo menores niveles de dioxinas y PCB que la carne de vacuno. Los huevos procedentes de gallinas en batería contenían menos dioxinas y PCB que los que procedían de la producción ecológica, o de gallinas campera. Asimismo, el salmón y trucha de piscifactoría tenían menor niveles de dioxinas y PCB que el salmón y la trucha de capturados en el mar. El arenque, el salmón y la trucha de la región del Báltico estaban más contaminados por dioxinas y PCB que los de otras regiones.
La principales fuentes de exposición a estos contaminantes fueron el pescado, carnes y lácteos.
Fuente: Agrodigital