Los fans se coordinan a través de las plataformas de consumo colaborativo
En el consumo colaborativo siempre hablamos de cómo los circulos de confianza de toda la vida se amplian gracias a la tecnología. Se puede tener un grado de confianza extra por afinidad en el grupo y uno de los casos más claros son “los fans” (de todo tipo). Repasamos algunas iniciativas interesantes para que los fans sean más colaborativos. Del P2P al F2F y sus retos legales.
F2F: fans colaborativos para todo
Los fans y seguidores habituales de conciertos, eventos deportivos o festivales, han ganado instrumentos para poder compartir y colaborar cuando realizan su mayor afición. La disrupcion facilitada por las nuevas tecnologías y los modelos P2P han ayudado a que se puedan generar una cultura del compartir en comunidades de fans con una alto nivel de confianza y también en que haya una mejora de los canales de oferta de entradas y eventos basados en modelos colaborativos.
En poco tiempo han aparecido plataformas especializadas que ayudan a lo anterior. Algunas permiten impulsar, a modo de campaña de crowdfunding, el traer a un grupo de música a tu ciudad, como es el caso de la empresa catalana Cooncert.com, u otras ayudan a desplazarse vía carpooling compartiendo vehículo con otros fans como es el caso del servicio especial para eventos de Amovens. En el ambito de alojamientos el fenómeno FanBed.com es un buen ejemplo, los seguidores que viajan para ir a un evento encuentran una oferta basada en alojarse en casa de fans locales.
A lo anterior se suma el exito de nuevas plataformas como TicketBis que con garantías permiten encontrar entre otros fans entradas para eventos que hayan colgado el cartel de entradas agotadas. La compraventa de entradas entre fans, a pesar de no ser nada nueva -es una reventa-, se ha reforzado por la confianza de la comunidad y sistemas seguros de intercambio entre particulares, suena bien llamarlo Fan-to-Fan (F2F).
La reventa: a vueltas con la legislación
Como sucede en otras actividades del consumo colaborativo, la (re)venta de entradas entre fans a través del canal digital no está clarificada normativamente, la legislación es antigua y no contempla el ecosistema digital y, por tanto, la reventa online. Es ilegal la reventa en la calle pero no es indica nada sobre la reventa online.
Algunas voces piden que se regule y otras además que sean los organizadores quienes decidan si los usuarios pueden revender sus entradas, es decir, seguir controlando verticalmente unas entradas ya en propiedad de sus adquirentes. Este segundo planteamiento es poco realista (deberían buscar en los portales de segunda mano “vendo boli y regalo entrada”) además de ser una verdadera restricción al consumidor y su libertad de gestionar algo de su titularidad.
Ya vimos algo similar hace unos meses en el caso de la reventa de tickets de tren y RENFE. Al final se implantó el billete identificativo pero se puede cambiar el titular de manera gratuita hasta 15 minutos antes de la salida del tren. Gracias a esta libertad han aparecido varios portales como Truecalia o TrehHUB entre otros.
Volviendo al tema de las entradas, algunos organizadores de eventos y portales de venta, quieren restringir a los fans el revender sus entradas solo en aquellos portales autorizados por ellos mismos, en vez de permitir que los fans puedan vender las entradas en otros portales que ya existen o puedan desarrollarse. Esto me recuerda el documento de la CNMC que debate sobre lo positivo y lo negativo de sobreregular algunos sectores. (lectura MUY recomendable)
Esta situación ha llevado a la autorregulación voluntaria de diversas plataformas como la española Ticketbis o la americana StubHub. Estos portales proveen de mecanismos extras para garantizar que la reventa de entradas entre fans sea segura y en caso de mala practica por parte del vendedor, se comprometen a la devolución del dinero al comprador. Una operativa necesaria junto con adecuados sistemas de ratings y reputación de los usuarios para fortalecer la confianza de la comunidad en sintonía con otros market places de la economía colaborativa.
Será interesante ver como evolucionaran las comunidades de fans y la forma en que interactuen con todos estos nuevos instrumentos de consumo colaborativo.
Foto de portada de Sebastien Barré en Flickr con licencia Creative Commons
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Albert Cañigueral
Ingeniero multimedia fascinado por aplicar los modelos disruptivos de internet fuera de internet fundó ConsumoColaborativo.com en 2011 y ha formado parte de la vanguardia del movimiento desde entonces, siendo referencia en lengua española, ejerciendo de Conector de OuiShare para España y América Latina y formando parte del equipo de Global Curators de CollaborativeConsumption.com.
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