Hay un refrán noruego, creo, que viene a decir que "si intentas ocultar un fantasma, lo haces más grande". El refranero popular está lleno de esa sabiduría intuitiva transmitida de generación en generación. Cuando aún no se prodigaba aquello de escribir y leer, o al menos hasta el invento prodigioso de la imprenta (cuya idea se remonta a la antigua cultura china) por parte de Johannes Gutenberg allá por el 1440, la Historia y el saber popular se transmitían de forma oral para mantenerla arraigado en el recuerdo. No voy a dar aquí una charla sobre los orígenes de la literatura (me libre "alguien" de ello). Fue la memoria la que ha ido albergando los grandes hechos y pensamientos a pesar de la impresión antigua en piel de cabra, pergaminos o papel de arroz, etc., hasta ser sustituida por la impresión en masa. Hay tanta memoria alamacenada en los libros que a veces se nos pierden las ideas entre ellos. Así, de lo más recóndito de la sabiduría popular noruega (estos pensamientos se encuentran en todas las culturas, de forma oral o escrita) se nos advierte de que los fantasmas no existen, sino que se crean en nuestra mente poco a poco hasta que se hacen visible. Intentar ocultar cosas, hechos, ideas o pensamientos nocivos, harán que la imagición los transforme más tenprano que tarde en monstruos emocionales, y terminemos creyendo en lo sobrenatural, lo divino, la superchería o el mal de ojo, por poner. No voy a quitar la ilusión a quienes crean en ello, puesto que todo lo que uno no comprende es sobrenatural para uno mismo.Simplemente escuché el refrán y me hizo ver que "casi" todo están en los libros.