Los fantásticos libros voladores del señor Morris Lessmore

Publicado el 03 marzo 2012 por Siempreenmedio @Siempreblog

Aunque hace tiempo que, por diferentes motivos, le dedico cada vez menos horas, me encanta leer. Me encanta leer y me encantan los libros. Adoro su tacto, su olor, el color de sus páginas… me apasiona, sobre todo, la ficción. Las obras de Shakespeare, la narrativa rusa de Dostoyevski y Tolstói, el realismo mágico de Kafka, la disección sin piedad de la sociedad norteamericana que hace Raymond Chandler de la mano de su alter ego Philip Marlowe, los mundos fantásticos de Tolkien, la ciencia-ficción poética de Ray Bradbury y hasta los mundos terroríficos de Stephen King. Supongo que la lectura ha sido (y es) para mí una vía de escape a otros mundos, una manera de tener otras vidas, de ver a través de los ojos de otros. Una forma de transportarme y dejar volar mi imaginación. Sin embargo, hace unos días, me compré un Kindle. Un aparatejo con pantalla en blanco y negro, que no es táctil, que no tiene luz para leer por la noche o en lugares oscuros, que no sirve para otra cosa que para leer; igual que un libro si no fuera porque no huele igual, ni tiene el mismo tacto, ni el mismo encanto. Pero es el futuro de la literatura dicen. Así que he empezado a entrar en el mundo del libro electrónico, a ver si puedo volar de la misma forma que con un libro de papel, tal como lo hace el protagonista de “The Fantastic Flying Books of Mr. Morris Lessmore” el cortometraje de animación realizado por William Joyce y Brandon Oldenburg ganador del Oscar 2012. Un precioso homenaje a la pasión por los libros. 15 minutos de gloria que nos demuestran que los libros sólo viven si se los lee y que nosotros vivimos más y mejor si los leemos.

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