Según los expertos, el creciente número de inmigrantes pertenecientes a distintos grupos étnicos en el Reino Unido ha dado lugar a mayores niveles de segregación. Los cambios en la composición demográfica de la población en Londres son un ejemplo de ello.
Aunque la población de la capital británica ha crecido en más de un millón de personas en la última década, el número de residentes británicos blancos ha disminuido de 4,3 a 3,7 millones de personas.
"Tenemos un problema de integración", señaló en RT David Goodhart, director del instituto de investigación británico Demos.
En su opinión, los "cambios en la composición étnica" de Londres están causando un gran éxodo de la población blanca fuera de la ciudad.