Los fundamentales positivos del oro

Publicado el 07 noviembre 2013 por Lingoro

Libro de James Turk y Jhon Rubino

Hacemos referencia en este artículo, a uno de los capítulos del libro «  El colapso del dólar y como salir ganando” de  James Turk y Jhon Rubino, sobre los fundamentales positivos del oro:

“Entre los alarmantes niveles de deuda norteamericana y la voluntad de la Fed para inundar el mundo de dólares, es fácil argumentar que las perspectivas a largo plazo para el oro son más brillantes que nunca.  Pero qué pasa con el corto plazo? Predecir la evolución de un activo para el año siguiente es difícil y el oro, con su sensibilidad hacia las corrientes políticas y económicas, es más difícil que la mayoría.  Pero difícil no quiere decir imposible.  Del mismo modo que un analista de Wall Street mira las acciones en comparación con los bonos y concluye que uno o el otro está infravalorado, es posible usar las tendencias de oferta y demanda de oro y evaluarlo en relación con otros activos para obtener una idea de cómo debería comportarse en el corto plazo.

Aquí tenemos dos enfoques, ambos muestran (vaya sorpresa) claras señales de compra.

El oro está más barato que las acciones

Ningún activo, incluyendo el oro, existe en un vacío.  Las acciones, los bonos, los bienes inmuebles, y los metales preciosos compiten todos por una limitada cantidad de capital, lo que significa que, para que el oro sea atractivo, su proyección no debe ser solo buena, sino mejor que la de, digamos, las acciones de crecimiento.  Una manera de hacer esta comparación es el ratio Dow/oro, que computa cuanto oro se necesita para comprar el índice Dow Jones industrial, promedio de las acciones norteamericanas más importantes.  Como usted puede observar en el gráfico siguiente, esta relación ha sido relativamente volátil.

Fuente: Goldmoney

En 1971, el oro estaba a 40 dólares la onza (1,28 dólares por gramo) y el Dow costaba 890 dólares, lo que significaba que se necesitaban 22 onzas de oro para comprar el Dow.  Nueve años más tarde, una onza sería suficiente.  Para finales de 1999, los dos habían divergido otra vez, con el oro a 279 dólares la onza (8,9 dólares el gramo) y el Dow alrededor de 11,497, dando un ratio Dow/oro de 41, mucho más alto que su pico de 1970.  Lo notable de esta oportunidad es que ambos números tienen un cero adicional.  Eso es la inflación.  Un dólar compra hoy lo que 10 céntimos compraban en 1971, y por tanto necesitamos 10 veces la cantidad de dólares necesaria para comprar una onza de oro o el índice Dow Jones.

Un ratio Dow/oro en la parte superior del rango implica dos cosas.  En primer lugar, si la relación histórica se mantiene, es más probable que el oro suba más que las acciones en los años venideros.  En segundo lugar, la distancia entre el máximo de 1971 y el mínimo de 1980 da una pauta de cuán lejos puede ir el oro esta vez, especialmente con el vendaval financiero soplándonos en la nuca”.