Gatos geométricos
Hace poco, por casualidad, descubrimos a una artista australiana que se dedica, entre otras cosas, a pintar gatos que son una auténtica explosión de color. Decidimos ponernos en contacto con ella y pedirle permiso para dedicarle una entrada. Quizá lo más sorprendente de esta artista es que una de sus pinturas decora la cola de un caza del Ejército del Aire checo. En 1990 pintó un tigre en un curso de arte y, a cambio de un ordenador, se lo dio a su hermano, que se lo llevó a la Guyana, donde vivía con su familia. Karin se había quedado con una foto y la colgó en su página web.
Avión tigre
Cual no fue su sorpresa cuando a principios de 2013 el Ejército del Aire checo le pidió permiso para reproducir el cuadro en la cola de uno de sus cazas. Ese mismo año, el avión quedó segundo en el concurso “Tiger Meet” (Reunión de tigres) celebrado en Noruega.
Con Thumper, el gato de una amiga
Gato y pájaro
Le hemos preguntado a Karin por qué pinta esos gatos tan fantásticos y nos ha contestado lo siguiente: “Hace muchos años, cuando ya vivía en Melbourne, encontré un libro sobre los cuadros y las creaciones de Laurel Burch (publicaremos una entrada acerca de esta artista estadounidense próximamente), lo que me inspiró a pintar gatos con un estilo propio. Me encanta el color, y descubrir los gatos de Laurel Burch fue una revelación. Pintaba gatos con los colores vivos que tanto me gustan”.
Familia gatuna
Garfielda
Gato arcoíris
Karin también nos ha dicho que la mayoría de la gente cree que ella tiene gatos y que les desilusiona saber que no es así. Hace 23 años que no tiene gato, bueno, gata. Todavía vivía en Ontario, Canadá, cuando llegó Garfield, una preciosa tricolor, como podemos ver por el retrato que le hizo. Garfield tuvo tres gatitos y pasó a llamarse Garfielda. Y un buen día, Garfielda se fue. Pasaron los días, las semanas. Karin, su marido y sus hijos pensaron que nunca volvería hasta que, unos tres meses después, reapareció muy delgada, enferma. Se recuperó con el tiempo y jamás volvió a irse.
Gato psicodélico
Gatos de ciudad
Su último compañero de cuatro patas fue un perro llamado Buddy. Se metió en el coche de Karin y no hubo manera de hacerle bajar. No llevaba chip, nadie lo reclamó y Buddy se quedó durante catorce años. Cuando falleció, Karin y su marido prefirieron no tener más animales, con la excepción del gato del vecino que ha decidido ocupar el estudio, la casa y el jardín como si fueran suyos.
Gatos y peces
La novia de Picasso
Karin nació en Alemania en el seno de una familia numerosa de siete hijos. Se trasladaron a una granja de Ontario cuando tenía once años. Conoció a Karl, su futuro marido, a los veinte años. Tuvieron una hija y un hijo, y en 1993 se mudaron a Melbourne, Australia, donde viven las tres hermanas de Karl.
La pintora, de niña, con sus hermanos y el perro Yellow
Alentada por su madre, ya dibujaba y pintaba siendo muy pequeña. En 1990 decidió lanzarse a hacer retratos por encargo. Al principio le sorprendió que hubiera personas dispuestas a pagar por su trabajo. Y aquí es donde empezó a dibujar gatos. Pero no se sentía plenamente satisfecha con los retratos, no había vuelto a encontrar la alegría que sentía de pequeña cuando dibujaba lo que le pasaba por la cabeza. Además de Laurel Burch, los pintores que han influido en ella son Picasso, Paul Klee, Henri Rousseau y Georgia O’Keeffe. Trabaja con acrílicos y acuarelas, además de experimentar con otras técnicas.
Matilda
Minino malabarista y gato arcoíris
Actualmente expone en la galería Clayfire de Daylesford, Victoria, Australia.
http://www.redbubble.com/people/karincharlotte
http://karincharlotte.deviantart.com/