El Jardín Botánico de la Universidad de Valencia fue fundado en 1567. Durante más de 200 años albergó un huerto de plantas medicinales que cambió de sitio varias veces. Por fin, en 1802 se ubicó en el huerto de Tramoyeres, donde se instalaron las cátedras de Botánica y Agricultura, se aclimataron plantas, se crearon colecciones y se ensayaron nuevos cultivos. En el siglo XX sufrió un largo periodo de abandono hasta que en 1987 se empezaron a restaurar los edificios históricos y las colecciones de plantas, concluyendo dicha restauración el año 2000 con la inauguración del edificio de Investigación.
Dentro de este oasis urbano viven unos cincuenta gatos que dependen directamente de los voluntarios que forman la asociación “Gatos del Jardín Botánico”. Su labor empezó en 1995 a partir de una idea de Mercedes Andina, la coordinadora e impulsora de esta colonia de gatos, después de un viaje que realizó a Roma. Imaginamos que Mercedes debió pasar por las ruinas de Torre Argentina y ver la famosa colonia http://nazarinasociacion.org/?s=torre+argentina. En los años noventa, los gatos callejeros en España carecían totalmente de protección y eran recogidos regularmente por la perrera municipal, que los sacrificaba. Aquí haremos un inciso para decir que esto sigue ocurriendo en muchas ciudades del país a pesar de las leyes aprobadas en los últimos años. Pero esto tendrá que ser objeto de otra entrada. Mejor volvamos a los gatos del Botánico de Valencia.
Actualmente, la colonia está formada por unas 35 hembras y 15 machos. Siempre se les da nombres alfabéticamente según el mes en que aparecen. Por ejemplo: si uno llega en enero se le pondrá un nombre que empiece por “A”, y si aparece uno en febrero, comenzará por “B”, y así hasta completar ciclos de dos años. Este sistema ayuda a los voluntarios a recordar en qué mes y año llegó el animal, y a tener un mayor control.
Unas veinte personas se encargan de ayudar y cuidar a los gatos. Eso significa organizar turnos e ir regularmente a la misma hora para alimentarlos y cambiar el agua de los bebederos, además de vigilar que ningún gato esté enfermo. La Asociación Gatos del Jardín Botánico cuenta con el apoyo de una clínica veterinaria que desparasita y vacuna a los inquilinos del Jardín.
Al principio solo esterilizaban a las hembras para controlar la población, pero últimamente han empezado a castrar a los machos con el fin de evitar las peleas territoriales y los atropellos cuando los gatos en celo salen del Jardín en busca de gatas.
Como explica Mercedes Andina en https://www.youtube.com/watch?v=W7b5ry5Im6Q la Asociación no solo cuida de la colonia del Jardín Botánico, también intenta que los gatos más sociables encuentren casa. Pueden ponerse en contacto con ellos a través de la página de Facebook “Gatos del Jardín Botánico de Valencia” o de la página http://jardibotanic.org/index.php?ap=participa.
Mercedes Andina y Scaramouche
Aunque esta colonia quizá sea la más famosa, no es la única de Valencia, donde se calcula que hay unas 500 colonias de gatos. Valencia había llegado a ser una ciudad “casi” modélica en cuanto a las medidas de esterilización adoptadas por el Ayuntamiento, pero la crisis dio al traste con todo y el control de muchas colonias felinas depende ahora de la buena voluntad de voluntarias y voluntarios que lo sufragan de sus bolsillos. Como, por ejemplo, la colonia del Jardín de Viveros, donde estaba el antiguo zoo. Las voluntarias (de las que incluimos una foto) se gastan 400 euros mensuales en comida y cuidados veterinarios para que los gastos estén sanos. No hemos podido encontrar ninguna dirección de contacto de este grupo de voluntarias.
Gatos en el Jardín de Viveros
Voluntarias colonia Jardín de Viveros
Otro grupo de voluntarios constituido por profesores, personal administrativo y alumnos se ocupa de los gatos establecidos en el Campus de Burjassot-Paterna. Hasta finales de 2011, la Universidad de Valencia contribuyó al control de esta colonia felina sufragando los gastos veterinarios, de pienso y equipamiento en general. La situación económica de la institución determinó la supresión de esta línea de financiación, dejando en situación muy precaria a los gatos que habitan los jardines del Campus. http://www.uv.es/gatos/