Cuatro historias de derrotas, divididas justamente así, y cada una con un título diferente, y comprendidas entre 1939 y 1942.
En la primera, un capitán fascista se ha rendido a los republicanos poco antes de que tomasen Madrid. Se define a sí mismo como un rendido, pero los de su bando le apresan por traidor. Una derrota de ideales.
La segunda es la que me ha parecido más dura. Contada a través de un diario de un aspirante a poeta, cuya novia acaba de morir al dar a luz a su hijo. El bebé yace con ella, pues él apenas tiene fuerzas para cuidar de él. Poco a poco, se va haciendo cargo como puede, están en mitad del monte, escondidos y el invierno se acerca. Una derrota de la infancia.
La tercera transcurre en una cárcel, en el pabellón donde esperan su sentencia los que van a ser condenados. Un preso republicano, Juan Serna, se aferra a la oportunidad de seguir viviendo aunque para ello tenga que mentir. Una derrota de la verdad.
La última, y la que adaptó la película, transcurre en el seno de una familia. El hijo, un niño pequeño nos va contando cómo es su vida, que esconde el enorme secreto de que su padre no huyó, sino que vive con ellos, ocultándose dentro de un armario cuando vienen visitas. Intercalada con la narración del chico, tenemos unas cartas de un sacerdote que escribe a su superior, confesando sus pecados. Una derrota del amor y de la fe.
El estilo de todas, aunque sea muy diferente, comparte un punto en común: camufla con una prosa lírica los horrores de la guerra. Un libro duro, muy intenso, desgarrador. Un libro que refleja muy bien todo lo que pasó en esos años. Muy recomendable. ¡¡Visita mi blog y déjame un comentario!!