Siempre lleva las de perder el que más muertos sepulta.*Los girasoles ciegos(2004), primera y única obra literaria de Alberto Méndez (Madrid, 1941-2004), es uno de esos libros insólitos en los que la calidad va unida a un éxito de ventas apabullante, además del no menos relevante reconocimiento público —en 2005 se le concedieron póstumamente el Premio de la Crítica y el Nacional de Narrativa—. Por si fuera poco, en 2008 se adaptó al cine el relato que da nombre a la compilación, de la mano del director José Luis Cuerda, que también obtuvo una acogida excelente. Méndez, que falleció antes de disfrutar de estos honores, había dedicado toda su vida a la edición en diversos grupos editoriales. Los girasoles ciegoscomprende cuatro relatos, vertebrados alrededor de uno de los temas fundamentales de la narrativa española de la segunda mitad del siglo XX: la guerra civil y la posguerra. Los cuentos se presentan a modo de cuatro derrotas, una por año desde 1939 hasta 1942, y están interrelacionados por algunos personajes. Entre las posibles formas de abordar las consecuencias de la guerra, el autor elige contar historias de gente sencilla, anónima, que no obstante concentran en pocas páginas muchas claves del conflicto. El estilo de Méndez, que adopta un registro distinto en cada texto, destaca por su prosa poética, hermosa y desgarradora a la vez por la crudeza de lo narrado. Ignoraba qué bando debe tomar un soldado que gana una guerra y la pierde al mismo tiempo
Alberto Méndez
En suma, Los girasoles ciegos es sin ninguna duda uno de los mejores libros que se han escrito sobre la guerra civil española y la posguerra. Un libro para leer y releer, para pensar y repensar. El autor conjuga la creatividad del contenido —unas tramas llenas de contradicciones aparentes, un juego que invita a reconsiderar el papel que adopta cada personaje— con una capacidad de síntesis extraordinaria, que condensa muchos detalles en pocas palabras y deja pasajes para el recuerdo. Tal vez lo que cuenta sobre la Historia, sobre las conclusiones de la contienda, se parece a lo que han contado otros; pero su mérito está en darle otra forma, en moldear el lenguaje. Al fin y al cabo, en eso consiste la literatura: crear a partir de lo que nos es de sobra conocido.*Citas (en cursiva) de las páginas 15, 34, 40, 83 y 138.Fotografías de la película basada en el relato «Los girasoles ciegos».