Una clara muestra del alto nivel alcanzado por los ceramistas de Ruán son las dos Sphères de Chapelle (1725). Se trata de dos globos, uno celeste y otro terráqueo, dibujados con minucioso detalle por Pierre Chapelle siguiendo el modelo de los ejecutados por el cartógrafo Vincenzo Coronelli (1650-1718).
El terráqueo describe hasta rutas marítimas, meridianos y paralelos. Los globos reflejan los avances registrados en los dos siglos anteriores para completar la imagen del mundo, una tarea de la geografía matemática.
La navegación también permitió completar el cielo nocturno. Las constelaciones se dibujan de la forma mitológica clásica.
Los pies del globo celeste dibujan los modelos alternativos del sistema solar, el ptolomeico geocéntrico y el copernicano heliocéntrico. Todavía no ha pasado un siglo de la condena a Galileo.