Y es que aunque pueda parecer todo lo contrario y se de por hecho que una persona con músculos tenga un buen desempeño, es probable que solo sirva para un “rapidín”.
La explicación que da la universidad es que los hombre con sobrepesos producen en mayor cantidad una hormona llamada estradiol, la cual es una hormona femenina que causa un desequilibrio químico en la persona que tiene como consecuencia el retrasar la eyaculación masculina, prolongando su capacidad de mantener un coito.
Para poder confirmar esta teoría los investigadores realizaron una prueba donde 200 hombres sostuvieron relaciones sexuales y de quienes se había registrado su índice de masa corporal, así como el tiempo que duraron durante la relación.
Los resultados arrojaron que los gorditos tenían en promedio una duración del acto sexual de 7.3 minutos, mientras que las personas más esbeltas tán solo obtenían un promedio de 1.8 minutos, cifra que es lo suficientemente dispareja como para comprobar la teoría del retraso de la eyaculación por dicha hormona.
Si se toma en cuenta que un hombre sexualmente activo tienen cerca de 100 relaciones sexuales por año, quien tenga su panzita chelera además tendrá 8 horas más de sexos que un hombre con el abdomen plano.