La restauración del Coliseo de Roma, en curso desde hace meses, arroja nuevos y curiosos descubrimientos. El último han sido una serie de inscripciones y dibujos de todo tipo en las paredes de una galería secundaria del tercer nivel.
Estas inscripciones son de lo más variado: números de identificación de los bloques, firmas y dedicatorias del público, dibujos para propiciar la buena suerte… Hasta ahora todo esto había quedado oculto bajo la capa de contaminación que había cubierto la piedra, originalmente blanca, de un velo gris. Similares inscripciones se han encontrado en Pompeya, lo que denota que estos “grafitis” eran habituales.
Se espera que los trabajos de restauración concluyan antes de este verano, para poder abrir esta galería al público, aunque en grupos reducidos de unas 25 personas. Sin embargo, la exploración del Coliseo no acaba aquí, ya que se intuye la presencia de un zócalo decorado, según la directora del Coliseo, Rossella Rea.
Dos mil años después de su construcción, el Coliseo sigue dando sorpresas como esta y, según Rossella Rea, muchas otras que quedan por descubrir. No por nada se trata del monumento más famoso de los romanos, y el tercero más visitado de Europa (después de la National Gallery de Londres y el Museo del Louvre de París).