El conjunto de islas que forman el archipiélago de Hawái se ha convertido en un reclamo turístico para miles de visitantes, que se acercan a esta joya del Pacífico en busca de buenas olas para hacer surf, y por supuesto, también para contemplar sus majestuosos volcanes.
Es el estado más reciente en formar parte de los Estados Unidos de América. El lugar cuya cultura se ha imitado en tantas fiestas, con los célebres collares de flores rodeando los cuellos de los asistentes. Un sitio donde el ukelele es todo un símbolo, donde muchos afirman que están las mejores playas del mundo para hacer surf. Es el archipiélago de Hawái, un conjunto de islas cuya historia está intrinsecamente ligada a la de los volcanes.
Y es que la propia formación de dichas islas fue causada por volcanes, multitud de ellos, que emergieron hace miles de años de las aguas del Pacífico, y con sus erupciones fueron creando lo que hoy podemos ver en este archipiélago. Multitud de islas en perfecta formación, gobernadas cada una de ellas por al menos un gran volcán, cuando no por varios, que en muchos casos siguen activos a día de hoy. Si eres un fanático de los volcanes, la visita a Hawái será como un sueño.
Y es que todo el archipiélago está minado de volcanes, desde las islas más pequeñas hasta la Isla Grande, conocida así para que no se confunde con Hawái, nombre que comparte con el propio Estado al que pertenece. Es precisamente en la Isla Grande donde podemos visitar el Parque Nacional de los Volcanes de Hawái, un paraíso natural que recorre buena parte de la isla, y en cuyo interior se encuentran desde pequeños volcanes casi a ras de suelo hasta el volcán más alto del mundo, el Mauna Kea, que supera los 4.000 metros.
Aunque la verdadera atracción de este parque natural y posiblemente de la Isla Grande de Hawái sea el volcán Kilauea, el más activo del mundo, ya que lleva escupiendo lava desde 1983. Estas erupciones no son demasiado violentas, lo que ha permitido que los visitantes puedan tomar tours por las cercanías del volcán, ver como la lava va descendiendo por su ladera a apenas unos metros de distancia, y como ese río de fuego da forma a la tierra y oscurece la arena de las playas de la isla.
Los tours no se limitan solo al Kilauea, sino que también recorren el resto del parque. Se ofrecen caminatas, rutas de senderismo e incluso noches de camping para dormir cerca de estos colosos, si es que alguien puede conciliar el sueño sabiendo que está al lado de un volcán activo. Pero además, los visitantes pueden acceder a otros tours diferentes, ofrecidos por empresas especializadas, que les mostrarán los volcanes desde una perspectiva muy especial: el aire.
Los tours aereos en avioneta, sobrevolando todo el archipiélago de Hawái, son uno de los reclamos turísticos más solicitados por los visitantes que se lo pueden permitir. Y es que debe ser toda una experiencia el volar por encima de esas montañas en plena erupción. Como curioso debe ser también tomar un tour marítimo, en lancha, rodeando las islas del archipiélago, y comprobando de primera mano, la decisiva acción de los volcanes en ellas.
Las opciones son muchas y variadas, así que ya no hay excusa para no disfrutar de una experiencia inolvidable en nuestra visita a Hawái, visitando los volcanes por tierra, mar o aire.