Los Guerreros de Xian

Publicado el 01 diciembre 2013 por Alejandra De Argos @ArgosDe

Foto: Alejandra de Argos

Este ejercito de terracota, considerado La Octava Maravilla del Mundo, fue mandado construir por el Primer Emperador de la China unificada Qin Shihuang, quien, cuando contaba con solo 13 años, comenzó la construcción de su mausoleo.

Qin Shihuang (259-210 a.C) acabó con los feudos y consiguió en su reinado unificar China, construir La Gran Muralla para defenderse de los hunos y aglutinó el pensamiento y la cultura.

Foto: Alejandra de Argos

La gran niebla de Londres del año 1952 debió ser algo parecido a lo que me encontré al llegar a Xian. La visibilidad era mínima debido a la dependencia de China de fuentes de energía como el carbón, altamente contaminantes. 

Nada mas aterrizar me desplacé en coche durante un trayecto de aproximadamente una hora para ver este gran museo consistente en tres grandes pabellones o fosas con los restos del ejercito y un cuarto que alberga las dos carrozas de bronce y la historia del museo.

Comencé la visita por la fosa N1, la más grande de todas, 230 m de largo. Te produce una gran impresión entrar en la nave y ver todos esos soldados a tamaño natural, perfectamente alienados y cada uno de ellos con su propia personalidad ya que no hay un rostro que sea igual al otro. En esta fosa se encuentran la infantería y los carros de combate.
     

     

 Foto: Alejandra de Argos  Foto: Alejandra de Argos

La fosa N2 contiene más de 1.300 figuras de guerreros, caballos y carros. La N3 es la más pequeña de todas y se cree que era el Estado Mayor del Ejercito.

Lo que me pareció mas interesante es que antes de la construcción del mausoleo del emperador, era ya tradición entre los señores feudales enterrar figuras humanas de terracota cerca de sus tumbas o mausoleos. Pero a diferencia de estos, las figuras del emperador fueron realizadas con una calidad muy superior en la mezcla de la tierra y también en los hornos utilizados a gran temperatura. Luego se les añadía la policromía. Pero lo mas impresionante de todo es que las armas fabricadas en bronce tenían un recubrimiento de cromo que preservaba el metal de la corrosión y esta técnica no apareció en Europa hasta el año 1930.

Según me contaba nuestra guía, el emperador Qin Shihuang envió a la construcción de su mausoleo 700.000 trabajadores forzados para llevar a cabo su cometido. El día de su entierro, por orden del nuevo emperador se enterraron mas de 10.000 personas, todas las concubinas que no tuvieran un hijo y gran parte de los constructores.

En 1974 debido a una casualidad, unos campesinos que estaban haciendo un pozo se encontraron con restos de figuras rotas y bronces y ese mismo año los arqueólogos comenzaron el trabajo de    excavación. Se cree que hay alrededor de 8.000 figuras enterradas. 


Foto: Alejandra de Argos

Allí trabajan los especialistas en el proceso de recuperación de soldados para su próximarestauración ya que quedan miles por desenterrar, incluida la tumba principal del emperador.

Foto: Alejandra de Argos

En el museo se encuentran estas dos carrozas de bronce con decoraciones en oro y plata. Estas dos carrozas representan el cortejo fúnebre del emperador Qin Shihuang. El cometido de la primera, en la que el cochero va de pie, sería el encargado de ir abriendo el camino y la segunda era para transportar el alma del emperador. Estaban expuestos en una vitrina como dos preciadas joyas que han estado enterradas más de 2000 años (la restauración tardó 8 años). Los caballos habían sido pintados de blanco lo que ayudó a proteger el bronce de la oxidación.

Foto: Alejandra de Argos

Foto: Alejandra de Argos

Recomendaciones:

Para los que no puedan ir a ver los guerreros a Xian, en Madrid se puede visitar sus replicas en Fernán Gómez-Centro Cultural de la Villa que acoge hasta el 2 de marzo de 2014 la exposición 'Terracotta Army'. Se podrá ver la reproducción de una sección del foso N1 y la proyección de un documental explicativo que probablemente sea el mismo que se puede visualizar en Xian.

Foto: Alejandra de Argos