Él es el autor de uno de los vídeos musicales más aplaudidos de todos los tiempos, el testamento de Johnny Cash, una adaptación del tema de Nine Inch Nails, "Hurt". Obra maestra del medio aún por superar. Tras ella, llegó el cine, paso en falso. Romanek contrató a Robin Williams y rodaron un thriller complejo titulado "Retratos de una obsesión"; el montaje cinematográfico poco tenía que ver con el que había ideado el director. La película fracasó. Tras ella, el silencio. Tras él, "El hombre lobo". Romanek fue contratado para dirigir una superproducción con Benicio del Toro en el papel de un actor de teatro británico (sic) y Anthony Hopkins en el papel de su padre (doble sic). Antes de iniciar el rodaje el director se fue. Abadonó el proyecto por discrepancias lógicas con la estrella principal y los productores. Año y medio después, Romanek regresaba a primera plana con "Nunca me abandones." La adpatación de la obra cumbre de Kazuo Ishiguro tuvo un merecido triunfo crítico (siendo comparado ni más ni menos que con el cine de Fincher, Kubrick y Malick) aunque un inmerecido fracaso en taquilla (con escasos 40.000 espectadores en España). Pues bien, ahora nos llega su última (y sorprendente) incursión publicitaria. ¿Sus protagonistas? Unos hamsters con pinta de garrulo que bailan 'bakalao' en plena zona de guerra robótico-futurística. Todo este dispositivo, para anunciar un automóvil. No comment.
Y por si os habéis quedado con las ganas, os dejamos con un spot de una multinacional hindú, cuyo responsable, aunque lo parezca, no es Alejandro González Iñárritu ni tampoco Danny Boyle. Es el mismísimo Harmony Korine. Ver para creer.