El mapa del tiempo ya nos empieza a enseñar unas temperaturas que no paran de crecer. Para combatir el calor que se acerca, nada más adecuado que un helado casero, con nuestro toque de personalidad, y, sobre todo, muy muy fresquito. Necesitaréis una heladera y ganas de disfrutar de un buen resultado.
Base de helado
Nuestra primera receta es sencilla. Se trata de realizar una base de helado a la que después podéis añadir el sabor que más os guste, aunque también os la podéis comer así, ya que a mucha gente le gusta. Sino echarle vainilla, caramelo, tostado, siropes… Necesitaréis azúcar, leche, dextrosa, nata para cocinar, claras de huevo y algún estabilizante como goma guar, goma garrofin, carragenato, alginato o xantana.
Helado de leche
Esta receta también es sencilla y necesita pocos ingredientes. Sin embargo, eso no evita que el resultado sea delicioso y cremoso. Aunque su nombre haga referencia a la leche, es la nata la que le da la consistencia y el sabor final. No necesita estabilizante.
Helado de nueces y plátano
Esta idea es de Marilyn Goannini, quien utiliza goma de guar para conseguir la textura del helado, evitando la cristalización del agua y el azúcar. Es un helado muy dulce ya que contiene canela, miel, plátanos, nueces…
Helado de zanahoria
¿Un helado de zanahoria? Sí, es posible y encima está bueno. La zanahoria combina muy bien lo dulce, por lo que su sabor os sorprenderá. Es necesario azúcar, zanahorias, limón y nata para montar. Si queréis que dure más tiempo en la nevera, le podéis añadir goma guar o goma de garrofín.
Crumiel
Si queréis hacer algo diferente, ésta es vuestra receta. El crumiel que os presentamos es una receta de Albert y Ferrán Adriá, que os puede servir para…¡rebozar un helado! Os dejamos un vídeo para que lo veáis con vuestros propios ojos y os lancéis a probarlo.
¿Cuál es vuestro helado favorito?