Los heraldos negros (César Vallejo)

Publicado el 15 marzo 2016 por Leandromurciego

Por estos días estaba por publicar este poema en homenaje a mi amigo y admirado Arturo Hernández pero se dió que recibí un posteo por facebook en el cual el profesor Antonio Rivas me compartía este poema con una valoración suya, como resultado lo he sumado en la dedicatoria dado que también es un admirador de este maravilloso texto.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!

Aquí comparto un Análisis del texto del profe Antonio Rivas

EL AUTOR
César Abraham Vallejo Mendoza nació el 16 de marzo de 1892 en Santiago de Chuco (Perú) y falleció el 15 de abril de 1938 en París. Es considerado uno de los mayores innovadores de la poesía del siglo XX y el máximo exponente de las letras en su país. Es, en opinión de algunos críticos, "el más grande poeta católico desde Dante, y "el más grande poeta del siglo XX en todos los idiomas". Publicó en Lima sus dos primeros poemarios: "Los heraldos negros" (1918), con poesías que si bien en el aspecto formal son todavía de filiación modernista, constituyen a la vez el comienzo de la búsqueda de una diferenciación expresiva; y Trilce (1922), obra que significa ya la creación de un lenguaje poético muy personal, coincidiendo con la irrupción del vanguardismo a nivel mundial. En 1923 dio a la prensa su primera obra narrativa: "Escalas", colección de estampas y relatos, algunos ya vanguardistas. Ese mismo año partió hacia Europa, para no volver más a su patria. Hasta su muerte residió mayormente en París, con algunas breves estancias en Madrid y en otras ciudades europeas en las que estuvo de paso. Vivió del periodismo complementado con trabajos de traducción y docencia.

EL CONTENIDO
El poema plantea la situación vital del hombre en continua amenaza de que -al margen de sus deseos y sus previsiones o esperanzas- sus actos, el destino o el azar se encarguen de dejarle indefenso ante esos "golpes" que a veces -"son pocos; pero son"- nos cambian la vida, sin que tengamos opción a defendernos o protegernos, e incluso ni tan siquiera a encontrarles explicación. El poema nos habla de los momentos difíciles que nos pueden marcar para siempre, esos que hacen que el hombre pierda la fe y se sienta abandonado de Dios. Después, cuando al final llama la muerte, el hombre se encuentra sorprendido y recapitula sintiéndose culpable de su propio destino. Muerte y Destino, elementos ambos trascendentes e inevitables, son personificados, nombrados en mayúsculas, y así equiparados con los Cristos, los Atilas y el propio Dios.

El CONTINENTE
Es una aproximación a las teorías modernistas cuyo máximo exponente es el propio Walt Whitman que, a partir de 1869 iniciaron su protesta anarquista contra la RIMA, representada por el Soneto y la Espinela o Décima. Porque en este poema he observado SEIS RIMAS CONSONANTES, impropias de un verso libre como el autor pretende en esta ocasión. No obstante sí contempla el resto de las características propias del VERSO LIBRE, como son la falta de Métrica, tiene un Ritmo exquisito, tiene Repeticiones Sintácticas y sobre todo, tiene METÁFORAS. A mayor abundamiento, para potenciar la función expresiva, emotiva y poética, además de connotativa del lenguaje, César Vallejo se vale de las siguientes Figuras Literarias o Recursos Lingüísticos: la Sintaxis, las Imágenes, la Némesis, la Exclamación, el Símil, la Similicadencia, la Hipérbole, el Paralelismo Sinonímico y la Aliteración en la que busca obviamente efecto poético.