Título: Los herederos de la tierraAutor: Ildefonso FalconesEditorial: Grijalbo, 2016Páginas: 896.
SINOPSIS.
Barcelona, 1387. Las campanas de la iglesia de Santa María de la Mar siguen sonando para todos los habitantes del barrio de la Ribera, pero uno de ellos escucha su repique con especial atención... Hugo Llor, hijo de un marinero fallecido, a sus doce años trabaja en las atarazanas gracias a la generosidad de uno de los prohombres más apreciados de la ciudad: Arnau Estanyol.
Pero sus sueños juveniles de convertirse en constructor de barcos se darán de bruces contra una realidad dura y despiadada cuando la familia Puig, enemiga acérrima de su mentor, aproveche su posición ante el nuevo rey para ejecutar una venganza que llevaba años acariciando.
A partir de ese momento, la vida de Hugo oscila entre su lealtad a Bernat, amigo y único hijo de Arnau, y la necesidad de sobrevivir en una ciudad injusta con los pobres.
Obligado a abandonar el barrio de la Ribera, busca trabajo junto a Mahir, un judío que le enseña los secretos del mundo del vino. Con él, entre viñedos, cubas y alambiques, el muchacho descubre la pasión por la tierra al tiempo que conoce a Dolça, la hermosa sobrina del judío, que se convertirá en su primer amor. Pero este sentimiento, prohibido por las costumbres y por la religión, será el que le proporcionará los momentos más dulces y amargos de su juventud.
IMPRESIÓN PERSONAL.
Me tocó esta novela hace ya unos meses en el blog de Inés, La huella de los libros y estaba deseando meterle mano. A pesar de ello, no lo he leído, lo he escuchado de forma dramatizada y lo cierto es que me ha encantado "leerlo" así porque estoy segura que ese formato de lectura hace que te metas dentro de la novela y que sientas mucho más lo que le pasa a los personajes. Y esta es una novela en la que pasan miles de cosas desde que conocemos a Hugo Llor con tan sólo doce años hasta que nos despedimos de él siendo un feliz abuelo entre viñas. Toda una vida. Toda su vida.
Lo cierto es que me ha encantado la ambientación. Me he vuelto a encontrar con una Barcelona apasionante y reconocible todavía cuya historia desconozco. Incluso muchos de los edificios que nombra son esos por los que pasas muchas veces en el Casco antiguo de Barcelona pero que no te suelen llamar la atención salvo que utilices una guía muy detallada de la ciudad. Hay tantos edificios emblemáticos en la ciudad que muchos edificios te pasan desapercibidos cuando paseas por sus calles, algo que tendré que enmendar cuando regrese a la ciudad condal. Al margen de la arquitectura y del crecimiento de la ciudad con los inicios de la construcción del barrio de El Raval, Falcones es un maestro a la hora de contar un periodo histórico determinado, con sus acontecimientos más importantes y los personajes reales que participaron en los mismos, introduciendo a unos personajes totalmente creíbles que unas veces son protagonistas directos de los hechos y otras espectadores de primera fila de lo que acontece a su alrededor. Puede ser que estos hechos históricos a algunos lectores no les resulten interesantes, pero a mi la verdad es que me encantan estos pasajes y me he visto buscando en google como acontecieron realmente muchos de los hechos que se cuentan como la matanza de judíos en toda España en la época, incluida la matanza de Barcelona en 1391, las trifulcas entre reyes y papas, las luchas de poder de la época, el poder de la iglesia y la proliferación de conventos y toda la parte de la economía de la que vivía la ciudad y por la que transitaban tantos ciudadanos entre el hambre más absoluto y la riqueza más desmedida, incluyendo el mercado de esclavos de distinta procedencia.
Matanza de judíos en Barcelona-1391
Los herederos de la tierra ya indica por su título que cambiamos radicalmente de sector económico y que si en La catedral del mar nos centrábamos en las actividades relacionadas con el mar, en este nuevo libro, Falcones nos lleva directamente a la tierra, al cultivo de la vid y a la importancia que tenía el cuidado de las viñas y la fabricación del vino, que en aquella época junto con el pan era uno de los elementos fundamentales de la alimentación de la población. Me ha resultado muy curioso como se va experimentando con los caldos, con su antigüedad para que no se avinagre, con la elaboración de los primeros aguardientes (aqua viae). Parece hoy en día, que los buenos vinos han surgido de la nada y que todo se ha inventado y, sin embargo, el autor nos introduce en las grandes dificultades que se tenían para conservar el vino y que éste no se deteriorara de una cosecha a otra y conseguir un vino de "reserva" con cualidades mayores que los vinos nuevos.Y los personajes aún los llevo en la cabeza dos semanas después de haber terminado la novela. Y recuerdo con especial cariño a Hugo Llor, del que me encantaría volver a saber, aunque sea ya anciano; Mercé, su hija, que aunque sea en la última parte de la novela me ha parecido una mujer luchadora y consciente de lo que realmente importa en la vida; y sigo pensando en Barcha, la esclava mora liberada por Hugo, con una vida terrible pero con una fuerza, una rebeldía hasta sus últimas consecuencias pero con una lealtad que pocas veces alguien puede encontrarse en su vida.
Podría seguir hablando de personajes, muchos de ellos de esos que te ponen el estómago revuelto (el perro, el tuerto,...) pero creo que lo mejor es recomendaros que si os gusta la novela histórica, si os gusta este periodo de tiempo, allá por 1387 hasta 1423, puro medievo en Cataluña y os gusta lo bien escrito, por sus maneras y su claridad y dinamismo, tenéis que leer Los herederos de la tierra porque disfrutaréis de un buen libro.