Tras el viaje de Enos, se rectificaron más de dos mil programas informáticos y el 20 de febrero de 1962, el Teniente Coronel John Glenn orbitaba la Tierra. De Enos poco se sabe. Murió de una enfermedad grave al cabo de dos meses. Del resto de los chimponautas fueron llevados a zoológicos y centros de experimentación con un claro agradecimiento por su ayuda: la cautividad y la muerte. El pago a unos seres que fueron imprescindibles para que el hombre pudiera ponerse la corona del espacio. Rusia, en su carrera espacial con Estados Unidos, también utilizó muchos animales para conseguir sus éxitos y avances, en plena guerra fría entre las dos potencias mundiales.
PEDRO POZAS TERRADOS