Los gallegos somos hijos del mar, del Cantábrico y del Atlántico, que nos rodean y dan la vida. Pero no será solo en sus profundidades en donde nos sumergirá la lectura de Los hijos del mar, sino también en las oscuras y profundas aguas de los secretos familiares y de nuestra propia historia. Porque aquí también tenemos mucho material con el que construir buenas historias que contar."Soñamos con fastuosos tesoros hundidos en las aguas increíblemente cristalinas del Pacífico Sur, aguas en las que nosotros jamás llegaremos a mojar ni siquiera un pie, y no prestamos atención a las profundidades de nuestros propios mares".
Los hijos del mar, opera prima de Pedro Feijoo, nos traslada a Galicia: a Vigo y su ría, la Costa da Morte, las Cíes, la isla de Ons,... y lo hace en una estupenda novela que, ya os anticipo, me ha seducido de principio a fin.
"Mi nombre es Simón, y soy arquitecto. Ya sé, ya sé; ni mi nombre, ni mucho menos a qué me dedico, son cosas que a nadie le importa demasiado. Pero mi madre siempre me decía que la buena educación lo es todo en la vida".
Simón Varela, un arquitecto de segunda regional de treinta y siete años, siente que es un fracasado a nivel tanto personal como profesional, faceta esta en la que realiza chapuzas varias y en la que se ha especializado, como él mismo dice, en arreglo de gallineros y chiringuitos de playa. Una mañana es sorprendido por la llamada de Ernesto Rovira, secretario de doña Isabel Llobet, viuda de Eneas Dafonte y matriarca de una de las grandes familias locales, los Dafonte-Llobet. Se requieren sus servicios en el gran pazo de la familia, aunque finalmente la reforma no será en la Casa Grande sino que se limitará al arreglo de una vieja fuente del jardín construida hace muchos años por el señor Dafonte y que dejó de funcionar poco antes de su fallecimiento.
Parece tarea más para un fontanero que para un arquitecto pero, como trabajos no le sobran precisamente, Simón acepta el encargo encantado. La fuente fue construida sobre una mina de agua natural por lo que desmontar la fuente piedra a piedra y bajar al origen del problema se muestra como la única posibilidad. El descenso de Carlito, su jefe de obra, y Simón a la gruta del manantial supondrá ir al encuentro de viejos cofres, tesoros escondidos, extrañas inscripciones, inesperados testamentos, y la inmersión en la historia de la familia Dafonte-Llobet- desenterrar su pasado y conocer su al parecer turbio presente-, en parte de la historia de Galicia- la batalla de Rande- y en la más reciente de España y Europa- la Guerra Civil español y la Alemania nazi.
Plano de la batalla de Rande
La batalla de Rande tuvo lugar en el Estrecho de Rande el 23 de octubre de 1702 entre barcos hispano-franceses y anglo-holandeses. Galeones españoles, protegidos por los franceses llegaban cargados de ricos tesoros de oro y plata procedente de las Américas, tesoros que servirían para sufragar la Guerra de Sucesión de Felipe V.Me ha resultado particularmente interesante adentrarme en esta parte de nuestra historia y en las viejas leyendas del tesoro de Rande. Expertos en la materia coinciden en afirmar que la gran parte del tesoro ya había sido trasladado a Lugo y más tarde a Madrid antes de la batalla, pero la leyenda sigue alimentando mentes románticas como la mía con pecios ocultos bajo los sedimentos de la ría de Vigo que esconden los ricos tesoros. De hecho, en 2011 se realizó la por ahora última expedición y se detectaron semiocultos varios pecios más, restos de barcos participantes en la batalla. ¿Quién sabe a ciencia cierta lo que ocultan sus abandonadas bodegas?...
Buraco do inferno
La novela es de difícil clasificación ya que cuenta con ingredientes de varios géneros: novela histórica, de sagas familiares, thriller, novela de aventuras e incluso elementos románticos que construyen una novela ágil, de ritmo trepidante con un suspense in crescendo en una trama compleja en la que nada ni nadie es lo que parece. A esto se suma un lenguaje sencillo, lleno de toques de humor socarrón, muy a la gallega- por aquí somos muy retranqueiros- y unos personajes bien retratados entre los que destaca, sin lugar a duda, Simón, el narrador y alma mater de la historia.Simón Varela, narrador-protagonista cuyo nombre no parece en absoluto casual (la Ensenada de san Simón y la isla de san Simón jugaron su papel en la batalla de Rande)- es, más allá de la historia en sí, la gran creación de Feijoo y un personaje que dará juego, o eso espero, en posteriores novelas del autor. Su lenguaje y sentido del humor- que, por cierto, me ha recordado al de algunos personajes de Alejandro Pedregosa-, el saber reírse de sí mismo, su vulnerabilidad lo hacen entrañable y muy cercano.
Trama interesante, suspense garantizado hasta el final, muy buena ambientación, personajes bien delineados, historia perfectamente enlazada, muy amena y de trepidante ritmo, lectura ágil,... y además un recorrido por Galicia. ¡¿Qué más se puede pedir?! Un pena haberla leído ya. Los hijos del mar es de esas novelas que a una le gustaría poder volver a descubrir.
Muchas gracias al autor y a la editorial por contactar conmigo y por el envío del ejemplar y a Lourdes por permitirme participar en su lectura conjunta.
¡Gracias por vuestros comentarios! Nos leemos...
Marcapáginas 225